Job 1:13 Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito,
Job 1:14 y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos,
Job 1:15 y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia.
Los sabeos eran del sudoeste de Arabia. Los caldeos eran de la región al norte del Golfo Pérsico.
Job 1:16 Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia.
«Fuego de Dios» puede ser una frase poética para describir rayos. En este caso, tuvo que ser inusualmente poderoso para matar siete mil ovejas.
Job 1:17 Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia.
Job 1:18 Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito;
Job 1:19 y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia.
Job 1:20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,
Job no ocultó el pesar que lo abrumaba. La demostración de sus sentimientos no significó que había perdido su fe en Dios. Más bien, mostró que era humano y que amaba a su familia. Dios creó nuestras emociones, y no es pecado o inapropiado expresarlas como lo hizo Job. Si ha experimentado una gran pérdida, una desilusión o angustia, admita sus sentimientos ante usted y ante los demás, y deje salir la aflicción.
En la primera prueba de Satanás, Job perdió sus posesiones y a su familia, pero reaccionó correctamente hacia Dios al reconocer su soberana autoridad sobre todo lo que El le había dado. Satanás perdió el primer asalto. Job pasó la prueba y demostró que la gente puede amar a Dios por lo que El es.
Job 1:21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
Job 1:22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.