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Jesús ora por sus discípulos

Oración de Jesús por sus discípulos

-Es por ellos por los que Te pido. No estoy intercediendo por el mundo, sino por los que Me has dado, porque son Tuyos. Todo lo que tengo Yo es Tuyo, y todo lo que Tú tienes es Mío. Y por medio de ellos se Me ha dado gloria. Yo ya no estoy en el mundo; pero estos sí están en el mundo, y Yo voy a Ti. Padre Santo, manténlos en Tu nombre a los que Me has dado, para que sean una cosa como Nosotros somos una cosa. Cuando Yo estaba con ellos, Yo los mantenía en Tu nombre a los que Me diste. Yo los guardé de tal manera que no se Me perdió ninguno de ellos, excepto el que estaba destinado a perderse, lo que sucedió para que se cumplieran las Escrituras. Pero ahora vuelvo contigo. Digo esto mientras estoy todavía en el mundo para que tengan Mi gozo en sí en plenitud. Yo les di Tu palabra, y el mundo los aborreció porque no son del mundo. No Te pido que los saques del mundo, sino que los guardes del malo. No son del mundo, como tampoco lo soy Yo. Conságralos mediante Tu verdad; Tu Palabra es la verdad. Como Tú Me enviaste al mundo, así los envío Yo ahora. Por amor de ellos Yo Me consagro, para que ellos también estén consagrados por la verdad.

Aquí tenemos un pasaje henchido de verdades tan grandes que sólo las podemos captar fragmentariamente. En primer lugar, nos dice algo de los discípulos de Jesús.

(i) El discípulo es un regalo de Dios a Jesús. ¿Qué quiere decir eso? Quiere decir que el Espíritu de Dios nos mueve el corazón para que respondamos a la llamada de Jesús.

(ii) Por medio del discípulo le viene gloria a Jesús. El paciente al que ha curado le da gloria al médico; el estudiante al que ha preparado le da gloria al profesor; el atleta al que ha entrenado le da gloria al entrenador. Las personas que Jesús ha redimido Le dan honor a Él. La persona que era mala y se ha vuelto buena es la honra de Jesús.

(iii) El discípulo es una persona a la que se le ha confiado una tarea. Como Dios envió a Jesús, así Jesús envía a Sus discípulos. Aquí está la explicación de algo que nos extraña en este pasaje. Jesús empieza diciendo que no pide por el mundo; y sin embargo, vino porque de tal manera amó Dios al mundo. Pero, como ya hemos visto, en el evangelio de Juan el mundo significa también « la sociedad humana que se organiza sin tener en cuenta a Dios.» Lo que Jesús hace por el mundo es enviarle a Sus discípulos para que conozca a Dios y vuelva a Él. Jesús ora por Sus discípulos para que sean tales que puedan ganar al mundo para Él.

Además, este pasaje nos dice que Jesús les ofreció a los suyos dos cosas.

(i) Les ofreció Su alegría. Todo lo que les estaba diciendo estaba diseñado para comunicarles Su suprema alegría.

(ii) Y también les hizo una advertencia. Les dijo que eran distintos del mundo, y que no podían esperar de él nada más que su odio. Su nivel, sus principios y su escala de valores eran diferentes de los del mundo. Pero es una gozada batallar contra la tormenta y resistir a la marea; y es cuando arrostramos la hostilidad del mundo cuando entramos en el gozo que Jesús nos ha prometido.

Y todavía más: en este pasaje Jesús hace la más gloriosa declaración de propiedad de todas las Suyas. Orando a Dios, Le dice: «Todo lo que tengo Yo es Tuyo, y todo lo que Tú tienes es Mío.» La primera parte es natural y fácil de comprender, porque todo pertenece a Dios, y Jesús lo repitió una y otra vez; pero la segunda parte es alucinante: «¡Todo lo que Tú tienes es Mío!» De esto dijo Lutero: «Esto es algo que ninguna criatura puede decirle a Dios.» Nunca presentó Jesús más claramente Su identidad con Dios. Es una misma cosa con Él de tal manera que dispone de Su mismo poder y prerrogativas.

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