Jeremías 27:1 Al principio del reinado de Sedequías, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra de parte del Señor a Jeremías, diciendo:
El mensaje de Jeremías a las demás naciones y al rey Sedequías era someterse al yugo del rey de Babilonia, porque sus países habían sido puestos en manos de Nabucodonosor, y cualquier rebelión era contraria a la voluntad de Dios. Jeremías también se dirige al pueblo y declara que los profetas que proclamaran otro mensaje estarían mintiendo; Dios no los había enviado.
En el principio del reinado de Joacim. Pero el versículo 3 menciona a Sedequías, el que más tarde sería rey. Quizás se refiera al 593 a.C.
Corría el año 593 a.C. y Nabucodonosor ya había invadido Judá en una ocasión y se había llevado muchos cautivos. Jeremías se puso un yugo (un marco de madera utilizado para atar a una pareja de animales al arado) como símbolo de servidumbre. Esta era una lección objetiva en la que le decía al pueblo que debía colocarse bajo el yugo de Babilonia o lo destruirían.
Jeremías 27:2 Así me ha dicho el Señor: Hazte coyundas y yugos y póntelos al cuello,
Coyundas y yugos : El yugo era también símbolo de sumisión política.
Jeremías 27:3 y envía palabra al rey de Edom, al rey de Moab, al rey de los hijos de Amón, al rey de Tiro y al rey de Sidón por medio de los mensajeros que vienen a Jerusalén a ver a Sedequías, rey de Judá.
Las naciones mencionadas aquí son vecinas de Judá: Edom , Moab , y Amón , al sur y al este. Tiro y Sidón al norte. La rebelión era probablemente el tema que se discutía.
Jeremías 27:4 Y ordénales que digan a sus Señores: «Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, así diréis a vuestros Señores:
Jeremías 27:5 ‹Yo hice la tierra, los hombres y los animales que están sobre la faz de la tierra con mi gran poder y con mi brazo extendido, y la doy a quien me place.
Dios castigó al pueblo de Judá de una manera poco usual, al designar como su representante a un gobernante extranjero y pecador. Dios no utilizó a Nabucodonosor para proclamar su Palabra, sino para cumplir la promesa de juicio por el pecado. Debido a que Dios controla todos los acontecimientos, usa a quien desea. Dios puede utilizar a gente o circunstancias inesperadas para corregirlo a usted. Esté listo para aceptar estos instrumentos o circunstancias inusuales para mejorar.
Jeremías 27:6 ‹Y ahora yo he puesto todas estas tierras en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, siervo mío, y también las bestias del campo le he dado para que le sirvan.
Jeremías 27:7 ‹Y todas las naciones le servirán a él, a su hijo, y al hijo de su hijo, hasta que llegue también la hora a su propia tierra; entonces muchas naciones y grandes reyes lo harán su siervo.
Se le promete la primacía durante tres generaciones; luego llegaría el fin de Babilonia.