Jeremías 18:1 La señal del alfarero y el barro[a] Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:
Esta sección, basada en la experiencia de Jeremías en la casa del alfarero, contiene ejemplos de los distintos géneros literarios que se hallan en el libro: biografía, discursos en prosa, oráculos poéticos y lamentos.
Jeremías visita la casa del alfarero a petición de Dios. Allí aprende que el alfarero rechaza de vez en cuando alguna vasija debido a su pobre calidad. Así actúa también Dios como soberano sobre el pueblo de Judá. Lo que el alfarero hace, depende de la calidad del barro; lo que hace Dios con su pueblo, depende de la forma como éste responde al llamado divino. El barro puede frustrar las intenciones del alfarero y obligarlo a rehacer la vasija. Lo mismo que la calidad del barro limita lo que el alfarero puede crear, de la calidad de la gente depende lo que Dios puede hacer con ella.
Las parábolas de estos capítulos, quizás escritas durante los primeros años del reinado de Joacim, ilustran la soberanía de Dios sobre la nación. Dios tiene poder sobre el barro (Judá) y El sigue trabajando para convertirlo en una vasija útil. Sin embargo, Judá debía arrepentirse pronto o el barro se endurecería en la forma equivocada. Entonces carecería de valor y lo quebrarían y destruirían.
Jeremías 18:2 «Levántate y desciende a casa del alfarero,[b] y allí te haré oir mis palabras».
Jeremías 18:3 Descendí a casa del alfarero, y hallé que él estaba trabajando en el torno.
Jeremías 18:4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en sus manos, pero él volvió a hacer otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
Se echó a perder : Equivale a la misma palabra hebrea usada en el caso del cinto de lino en 13.7, donde se traduce como «podrido». El barro no satisfacía las intenciones del alfarero. Según le pareció mejor : Podía hacer algo distinto con el barro, pero no la vasija que había querido fabricar.
Jeremías 18:5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
Jeremías 18:6 «¿No podré yo hacer con vosotros como este alfarero, casa de Israel?, dice Jehová. Como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mis manos, casa de Israel.
Conforme el alfarero moldeaba o daba forma a la vasija de barro en su rueda, a menudo iban apareciendo los defectos. El alfarero tenía poder sobre el barro, para dejar los defectos o para volver a moldear la vasija. Asimismo, Dios tenía poder para volver a dar forma a la nación y conformarla según sus propósitos. Nuestra estrategia no debería ser volvernos inconscientes ni pasivos (un aspecto del barro), sino con voluntad y receptivos al impacto de Dios en nosotros. En la medida que se lo permitimos, Dios vuelve a darnos forma para que seamos vasijas valiosas.
Jeremías 18:7 En un instante hablaré contra naciones y contra reinos, para arrancar, derribar y destruir.[c]
El Señor limita su acción soberana según sea la respuesta del pueblo al llamado divino (véase 4.28). Sobre las palabras arrancar , derribar , y destruir
Jeremías 18:8 Pero si esas naciones se convierten de su maldad contra la cual hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles,
Jeremías 18:9 y en un instante hablaré de esas naciones y de esos reinos, para edificar y para plantar.
Jeremías 18:10 Pero si hacen lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien que había determinado hacerles.
Jeremías 18:11 »Ahora, pues, habla a todo hombre de Judá y a los habitantes de Jerusalén, diciendo: “Esto ha dicho Jehová: Yo dispongo el mal contra vosotros, y contra vosotros trazo planes; conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejore sus caminos y sus obras”.
Jeremías 18:12 Pero dirán: “Es inútil, porque en pos de nuestros ídolos iremos, y haremos cada uno el pensamiento de nuestro malvado corazón”».[d]
Nuestra sociedad admira la agresividad, independencia y desafío a la autoridad. En una relación con Dios estas cualidades se transforman en testarudez, presunción y resistencia a escuchar o cambiar. Si no se controla, la testarudez se convierte en un estilo de vida hostil a Dios.
Jeremías 18:13 Por tanto, así dice Jehová: «Preguntad ahora a las naciones, quién ha oído cosa semejante. ¡Algo horrible ha hecho la virgen de Israel!
Jeremías 18:14 ¿Faltará la nieve de las rocas de las montañas del Líbano? ¿Faltarán las aguas frías que fluyen de lejanas tierras?[e]
Las aguas frías : Vienen de la región del monte Hermón; de estas aguas nace el río Jordán.
Jeremías 18:15 ¡Pues mi pueblo me ha olvidado, quemando incienso a lo que es vanidad! Ha tropezado[f] en sus caminos,
en las sendas antiguas, para caminar por senderos y no por un camino bien dispuesto.
Jeremías 18:16 Han convertido su tierra en desolación, en objeto de burla perpetua; todo aquel que pase por ella, se asombrará y meneará la cabeza.
Burla : La palabra hebrea así traducida tiene un valor onomatopéyico. Meneará la cabeza : Gesto que expresa sentimientos que oscilan entre el desdén y el desaliento
Jeremías 18:17 Delante del enemigo los esparciré como viento del este. En el día de su perdición les mostraré las espaldas, y no el rostro».
Viento solano : El viento seco del desierto
La vasija de barro del alfarero. Dios puede destruir a su pueblo pecador si así lo desea. Esta es una advertencia para que se arrepientan antes de que se vea forzado a aplicar su juicio.
La vasija de barro rota. Dios quebrantará a Judá de la misma manera que Jeremías rompió las vasijas.
Las dos cestas de higos. Los buenos higos representan el remanente de Dios. Los higos malos representan la gente que queda atrás.
El yugo Cualquier nación que se negare a someterse al yugo de control de Babilonia sería castigada.
Las piedras grandes Las piedras marcaban dónde Nabucodonosor establecería su trono cuando Dios le permitiera conquistar Egipto.
El libro hundido en el río. Babilonia se hundiría para nunca volverse a levantar.
Jeremías 18:18 Conspiración del pueblo y oración de Jeremías [g]Ellos dijeron: «Venid y preparemos un plan contra Jeremías, porque la instrucción no le faltará al sacerdote ni el consejo al sabio ni la palabra al profeta. Venid calumniémoslo y no atendamos a ninguna de sus palabras».
Quinto lamento de Jeremías (véase la nota a 11.18-23). Personas no identificadas se confabulan contra Jeremías debido a sus ataques contra los líderes de Judá (véanse 2.8; 5.5; 25.34-36). Jeremías pide que quienes lo persiguen sean completamente destruidos.
La responsabilidad de observar el cumplimiento de la ley estaba asignada al sacerdote.
Las palabras y las acciones de Jeremías fueron un reto para la conducta social y moral del pueblo. Habló abiertamente sobre reyes, príncipes, sacerdotes y profetas, escribas y sabios (4.9; 8.8, 9). No temía hacer una crítica poco popular. El pueblo podía decidir si obedecerlo o silenciarlo. Eligieron lo último. No pensaron que necesitaban a Jeremías, sus falsos profetas les decían lo que querían escuchar. ¿Cómo responde usted a la crítica? Escuche con cuidado, quizás Dios esté tratando de decirle algo.
Lecciones objetivas de Dios en Jeremias
Una vara de almendro – Dios cumplirá sus amenazas de castigo. 1.11, 12
Una olla que hierve; y su faz está hacia el norte. Dios castigará a Judá. 1.13:
Un cinto de lino podrido. Debido a que el pueblo se negó a escuchar a Dios, se volvió inútil para El, inservible, como un cinto podrido. 13.1-11
Jeremías 18:19 Jehová, fíjate en mí y oye la voz de los que contienden conmigo.
Jeremías 18:20 ¿Se da mal por bien, para que hayan cavado un hoyo para mi vida? Acuérdate que me puse delante de ti para hablar bien por ellos, para apartar de ellos tu ira.
Jeremías sugiere que una vez intercedió ante Dios para apartar de ellos la ira de Dios. Ahora ellos devuelven mal por bien.
Jeremías 18:21 Por tanto, entrega sus hijos al hambre, dispérsalos por medio de la espada, queden sus mujeres sin hijos y viudas. Sean puestos a muerte sus maridos, y los jóvenes, heridos a espada en la guerra.
Jeremías 18:22 ¡Óigase el clamor de sus casas, cuando de repente traigas sobre ellos un ejército!, porque cavaron un hoyo para atraparme, y bajo mis pies han escondido lazos.
Jeremías 18:23 Pero tú, Jehová, conoces todo su consejo contra mí para darme muerte. No perdones su maldad ni borres su pecado de delante de tu rostro. ¡Tropiecen ellos delante de ti, y haz así con ellos en el tiempo de tu enojo!