Jeremías 13:10 Este pueblo malo, que no quiere escuchar mis palabras, que anda en las imaginaciones de su corazón y que va en pos de dioses ajenos para servirlos y para postrarse ante ellos, vendrá a ser como este cinto, que ya no sirve para nada.
Jeremías 13:11 Porque como el cinto se ajusta a la cintura del hombre, así hice que se ajustara a mí toda la casa de Israel y toda la casa de Judá, dice Jehová, para que fueran mi pueblo, y para renombre, para alabanza y para honra; pero no escucharon.[e]
Jeremías 13:12 La señal de las tinajas llenas: »Les dirás, pues, esta palabra: “Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Toda tinaja se llenará de vino”.[f] Y ellos te dirán: “¿No sabemos que toda tinaja se llenará de vino?”.
Jeremías emplea un dicho popular y la metáfora de la embriaguez para describir el castigo divino que caerá sobre Jerusalén. La embriaguez les privará de la capacidad de reaccionar, y entonces Dios los quebrantará.
Jeremías 13:13 Entonces les dirás: Así ha dicho Jehová: “Yo lleno de embriaguez[g] a todos los habitantes de esta tierra, a los reyes de la estirpe de David que se sientan sobre su trono, a los sacerdotes y profetas y a todos los habitantes de Jerusalén.
Jeremías 13:14 Y los quebrantaré, a los unos contra los otros, juntamente a los padres y a los hijos, dice Jehová. No perdonaré, ni tendré piedad ni misericordia, sino que los destruiré”».[h]
Jeremías 13:15 Judá será llevada en cautiverio Oíd y prestad atención: no os envanezcáis, pues Jehová ha hablado.
bien es bueno respetar el país y la iglesia, nuestras lealtades siempre llevan un peligro oculto: el envanecimiento. ¿Cuándo es dañino el orgullo? Cuando nos hace:
(1) menospreciar a otros;
(2) ser egoístas con nuestros recursos;
(3) tratar de imponer nuestras soluciones a los problemas de otros;
(4) pensar que Dios nos bendice por nuestros méritos;
(5) contentarnos con nuestros planes en vez de buscar los de Dios.
Jeremías 13:16 Dad gloria a Jehová, vuestro Dios, antes que haga venir tinieblas, antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad, y que, esperando vosotros la luz, él os la vuelva en sombra de muerte y tinieblas.[i]
Jeremías 13:17 Mas si no escucháis esto, en secreto llorará mi alma a causa de vuestra soberbia; y llorando amargamente, se desharán mis ojos en lágrimas, porque el rebaño de Jehová fue hecho cautivo.
Jeremías 13:18 «Di al rey[j] y a la reina:[k] “Humillaos, sentaos en tierra, porque la corona de vuestra gloria ha caído de vuestras cabezas”.
El rey es probablemente Joaquín y la reina madre Nehusta
Humillaos, shaphel: Rebajar, hundir, deprimir, bajar, abatir o descender. Shaphel aparece 29 veces y generalmente se traduce como «humillar», «rebajar» o «empequeñecer». El empleo de shaphel se ilustra en Isaias 2:11; 5:15. Nótese la ironía de Proverbios 29:23 : «La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra». En el Salmo 113:6, Dios, quien habita en lo alto, se humilla para vigilar lo que ocurre en los cielos y en la tierra. El derivado más importante de shaphel es shephelah, «terreno bajo» o «llanuras», y se refiere a la topografía del lado oeste de las montañas de Judea.
El rey es Joaquín y la reina madre es Nehusta. El padre del rey, Joacim, se rindió ante Nabucodonosor, pero más tarde se rebeló. Durante el reinado de Joaquín, los ejércitos de Nabucodonosor sitiaron Jerusalén y tanto Joaquín como Nehusta se rindieron. A Joaquín lo enviaron a Babilonia y lo encarcelaron. La profecía de Jeremías se cumplió.