Isaías 61:4 Entonces reedificarán las ruinas antiguas, levantarán los lugares devastados de antaño, y restaurarán las ciudades arruinadas, los lugares devastados de muchas generaciones.
Isaías 61:5 Se presentarán extraños y apacentarán vuestros rebaños, e hijos de extranjeros serán vuestros labradores y vuestros viñadores.
Isaías 61:6 Y vosotros seréis llamados sacerdotes del Señor; ministros de nuestro Dios se os llamará. Comeréis las riquezas de las naciones, y en su gloria os jactaréis.
Bajo el antiguo pacto, Dios ordenó a los sacerdotes de Israel que se pararan entre El y su pueblo. Llevaban la Palabra de Dios al pueblo, y las necesidades y los pecados del pueblo a Dios. Bajo el nuevo pacto, todos los creyentes son sacerdotes ante Dios, leyendo la Palabra de Dios y procurando comprenderla, confesando sus pecados directamente a Dios y ministrando a otros.
Isaías 61:7 En vez de vuestra vergüenza tendréis doble porción , y en vez de humillación ellos gritarán de júbilo por su herencia. Por tanto poseerán el doble en su tierra, y tendrán alegría eterna.
Y los extraños serán vuestros labradores : Otra vez la promesa de que los gentiles honrarán y servirán el propósito de Dios y que el pueblo de Dios siempre proveerá sacerdotes para todas las naciones.
Isaías 61:8 Porque yo, el Señor, amo el derecho, odio el latrocinio en el holocausto. Fielmente les daré su recompensa, y haré con ellos un pacto eterno.
Sufrimos por muchas razones: nuestros errores, las faltas de otros, la injusticia. Cuando sufrimos por nuestros errores, obtenemos lo merecido. Cuando sufrimos a causa de otros o por la injusticia, Dios se enoja. Dios en su misericordia dice que su pueblo ha sufrido bastante. Recompensará a los que sufren por la injusticia. Dios saldará las cuentas.
Isaías 61:9 Entonces su descendencia será conocida entre las naciones, y sus vástagos en medio de los pueblos; todos los que los vean los reconocerán, porque son la simiente que el Señor ha bendecido.
Isaías 61:10 En gran manera me gozaré en el Señor, mi alma se regocijará en mi Dios; porque El me ha vestido de ropas de salvación, me ha envuelto en manto de justicia como el novio se engalana con una corona, como la novia se adorna con sus joyas.
Una voz no identificada anuncia los beneficios personales que traerá el ministerio del Ungido. Justicia implica salvación. La palabra «me» puede referirse al Mesías, la persona ungida por el Espíritu de Jehová, o a Sion que simboliza el pueblo de Dios. El lenguaje figurado del Novio o Esposo se utiliza en la Escritura a menudo para describir al Mesíasx, mientras que el lenguaje figurado de Novia o Esposa se utiliza para describir al pueblo de Dios. Nosotros también podemos vestirnos con la justicia de Cristo cuando creemos en El
Isaías 61:11 Porque como la tierra produce sus renuevos, y como el huerto hace brotar lo sembrado en él, así el Señor Dios hará que la justicia y la alabanza broten en presencia de todas las naciones.