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Isaías 54: Sion bajo el pacto restaurado

Isaías 54:1  Grita de júbilo, oh estéril, la que no ha dado a luz; prorrumpe en gritos de júbilo y clama en alta voz, la que no ha estado de parto; porque son más los hijos de la desolada que los hijos de la casada–dice el Señor.

Desde un punto de vista histórico, estos versículos profetizan la restauración de Jerusalén bajo Darío. De nuevo se promete prosperidad futura a Israel en respuesta a sus quejas de haber sido abandonada por Dios. Este pasaje también enseña cómo los cristianos vencen el trauma de la pena y los desengaños de la vida. Las buenas nuevas de la obra redentora y la exaltación del Siervo está seguida de un mandato a la mujer estéril (Israel), a fin de que se prepare para la ampliación de la familia del pacto de Dios. Se compara al Israel cautivo con una mujer estéril, objeto de burla en el mundo antiguo. Regocijarse delante de una nación en tales condiciones parece un acto de crueldad, si no fuera por la belleza del poema. El mensaje de Isaías llama a enfrentarse a la infertilidad apelando a Dios, exaltándolo por medio de canciones que invoquen su milagrosa provisión.

En esa época la mujer sin hijos («estéril») era una gran vergüenza, una desgracia. Las familias dependían de los niños para su subsistencia, sobre todo cuando los padres envejecían. Israel (Sion) no dio fruto, al igual que una mujer estéril. Sin embargo, Dios le permitió tener muchos hijos y cambiar su lamento en canto.

Isaías 54:2  Ensancha el lugar de tu tienda, extiende las cortinas de tus moradas, no escatimes; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.

Esto amplía el significado del versículo  1. Como un acto de fe, el actual exilio estéril debe hacer provisión para una expansión de la familia de Dios

Isaías 54:3  Porque te extenderás hacia la derecha y hacia la izquierda; tu descendencia poseerá naciones, y poblarán ciudades desoladas.

Isaías 54:4  No temas, pues no serás avergonzada; ni te sientas humillada, pues no serás agraviada; sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y del oprobio de tu viudez no te acordarás más.

La vergüenza de tu juventud : Alusión al cautiverio en Egipto. La afrenta de tu viudez : Referencia a la cautividad babilónica.

Isaías 54:5  Porque tu esposo es tu Hacedor, el Señor de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor es el Santo de Israel, que se llama Dios de toda la tierra.

El esposo : protector y proveedor, Orden Familiar. Dios se revela mediante el título de marido para mostrar cuán profundamente ama a su pueblo y cómo cuida efectivamente de él. Al hacer esto, pone al descubierto una dimensión importante de la vida familiar, especialmente en lo que respecta a los esposos: un marido debe amar y cuidar a su esposa e hijos. Dios es protector y proveedor. Los maridos que se someten a la dirección divina encontrarán tanto la inspiración como el poder para lograr esos objetivos, ya que esos atributos divinos fluirán y llenarán sus vidas.

Isaías 54:6  Porque como a mujer abandonada y afligida de espíritu, te ha llamado el Señor, y como a esposa de la juventud que es repudiada –dice tu Dios.

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