La clave para la interpretación más elemental y que constituye el patrimonio de la hermenéutica judía está en el versículo 3: “Mi siervo eres tú, oh Israel; en ti me gloriaré.“ Esto nos ayuda a ver a toda la nación de Israel personificada en el siervo de Jehová, y este criterio es consecuente con las ideas generales que nos transmite el profeta.
En los versículos 1 y 2 habla Israel convertido en un puebloprofeta. Se dirige a todos los demás pueblos, aun a los más lejanos, para proclamar su elección y su carácter de depositario de la palabra profética, los oráculos de Dios. Sin embargo, a pesar de su alta investidura, el pueblo es consciente de su actual estado de fracaso y de humillación.
El versículo 5 puede ser formulado de manera diferente a la de la RVA si se relaciona directamente el verbo hebreo amar, “ha dicho” (que la RVA ha omitido traducir), con el verbo leshovév, “hacer volver”, teniendo la expresión: Jehová ha dicho hacer volver, es decir, ha dicho o decretado que Israel vuelva a su Dios, lo que también equivale para el profeta a volver a Sion.
Al traducir como proponemos, lo que es perfectamente posible y correcto según las reglas del idioma hebreo, se elimina la posibilidad de que el texto se refiera a otra persona (el profeta o el Mesías) destinado a hacer volver a Israel a su Dios. El versículo 5, en su totalidad puede ser traducido así: Y ahora Jehová, quien me formó desde el vientre, ha decretado hacer que Jacob vuelva a él e Israel se adhiera a él. Así soy estimado en los ojos de Jehová, y mi Dios es mi fortaleza. En estas palabras se aludiría también al decreto de Ciro, al cual respalda el decreto de Dios.
También el versículo 6 es difícil de traducir, debido a la presencia de una cláusula cerrada que interrumpe la secuencia del pensamiento. Esta cláusula, que podría haber sido alguna nota marginal, dice: mihiotjá liéved, y la RVA la ha traducido de la siguiente manera: es que tu seas mi siervo. Pero la cláusula también puede ser ubicada antes de las palabras Yo te pondré como luz para las naciones, pudiendo ser traducida en tal caso así: Puesto que tú eres mi siervo… Habiendo hecho esta transposición, el versículo 6 puede ser traducido: Y dice: Poca cosa es levantar las tribus de Israel y restaurar los sobrevivientes de Israel. Puesto que tú eres mi siervo, yo te pondré como luz para las naciones, a fin de que seas mi salvación hasta el extremo de la tierra.
Lo que acabamos de hacer con los versículos 5 y 6, nos introduce al contenido del versículo 7, donde el siervo de los tiranos es claramente el pueblo de Israel, a quien Jehová ha escogido.
Cuando el pueblo de Israel cumpla con el designio divino y su destino, los reyes lo verán y se levantarán… y se postrarán, a causa de Jehová. Esto tiene una estrecha relación con lo dicho en el versículo 6: “Yo te pondré como luz para las naciones…“
Los cristianos creemos que Dios ha conducido la historia de Israel tras una serie de acontecimientos de redención, hasta la consumación de la salvación en la persona del Señor Jesús, quien la ha extendido hasta el extremo de la tierra.
Sion se vestirá de gloria al ser repoblada
También esta sección constituye una profecía de gloria que brota como un grito anhelante de en medio de la trágica situación de las primeras fases de la vida de los cautivos de Judá que retornaron a Sion. Es en medio de tal estado que Sion dice: Jehová me ha abandonado; el Señor se ha olvidado de mí. Y el profeta profiere esta maravillosa profecía para consolar a Sion.