Isaías 49:22 Así dice el Señor Dios: He aquí, levantaré hacia las naciones mi mano, y hacia los pueblos alzaré mi estandarte; traerán a tus hijos en brazos, y tus hijas a hombros serán llevadas.
Isaías 49:23 Reyes serán tus tutores, y sus princesas, tus nodrizas. Rostro en tierra te rendirán homenaje y el polvo de tus pies lamerán. Y sabrás que yo soy el Señor, y que no se avergonzarán los que esperan en mí.
Isaías 49:24 ¿Se le podrá quitar la presa al poderoso, o rescatar al cautivo del tirano?
Isaías 49:25 Ciertamente así dice el Señor: Aun los cautivos del poderoso serán recobrados, y rescatada será la presa del tirano; con el que contienda contigo yo contenderé, y salvaré a tus hijos.
Dios probaría al mundo que El es Dios al obrar lo imposible: hacer que los guerreros liberaran a sus cautivos e incluso a devolverles el botín que les quitó. Dios lo hizo antes en el éxodo y lo haría una vez más cuando los cautivos volvieran a Israel. Nunca debe dudarse de que Dios cumplirá sus promesas. El aun hará lo imposible para hacerlas realidad.
Isaías 49:26 Haré comer a tus opresores su propia carne, y como con vino dulce, con su sangre se embriagarán; y toda carne sabrá que yo, el Señor, soy tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Jacob.
El Señor se olvidó de mí : Israel se queja de haber sido olvidado, pero el Señor le promete tomarlo en sus manos. él vencerá al destructor de Israel, lo revestirá de ornamentos, multiplicará su número, y hará que las naciones lo ayuden. Será su Salvador y Redentor.
Israel y su destino glorioso
Restauración a su pueblo
Con el capítulo 49 empieza una nueva sección, la cual se extiende hasta 55:13. El lugar donde fueron pronunciadas o escritas algunas de estas profecías es Jerusalén; otras parecen haber sido presentadas en Babilonia, como la del capítulo 55. Al parecer uno de los judíos que retornaron a Sion tras el decreto de Ciro es confrontado con la ruina y la tragedia de Sion, después de tantos años de guerra, destrucción y abandono, y con las dificultades presentes que también él experimenta. De en medio de la desesperación surgen sus profecías más gloriosas acerca del destino de Sion en los planes de Dios. Sus palabras no son pronunciadas solamente para exhortar y consolar a Sion. No son meras palabras humanas, pues se remontan hacia alturas que sobrepasan sus propias expectativas y que a él mismo le habrán parecido sumamente misteriosas, como las palabras del capítulo 53.
En este capítulo, en los versículos 1-7 tenemos una ampliación de los conceptos presentados en 42:1-3, que tratan de la misión mundial del siervo de Jehová.
La pregunta central de la hermenéutica de esta sección es: ¿Quién es el siervo de Jehová? ¿Es acaso el profeta que escribe, como parecen indicar los versículos 5 y 6? ¿Es acaso el siervo justo, a quien se refiere el capítulo 53, quien posee carácter y atributos expiatorios? ¿O acaso se trata de Israel, toda la nación, en su carácter de siervo de Jehová? La respuesta no es sencilla, ya que en varios puntos el texto hebreo no es absolutamente claro, por lo que usaremos la ayuda de la crítica textual para solucionar los problemas que presenta.