Isaías 45:1 Así dice el Señor a Ciro, su ungido, a quien he tomado por la diestra, para someter ante él naciones, y para desatar lomos de reyes, para abrir ante él las puertas, para que no queden cerradas las entradas:
Isaías continúa refiriéndose a Ciro, de quien se dice que fue ungido en el sentido de que Dios lo escogió para una misión especial. Por medio de Isaías, Dios llamó a Ciro por su nombre 100 años antes de que este apareciera, para probar al rey persa que él, Jehová, era el único Dios verdadero. Josefo dice que Ciro liberó a Israel cuando se le mostró la profecía de Isaías 45
Algunos especialistas modernos rechazan la autoría de Isaías de esta parte del libro, argumentando que la predicción sobre Ciro, en la que incluso se menciona su nombre, constituye una imposibilidad. A aquellos que creen en el carácter sobrenatural de la profecía y la inspiración divina de las Escrituras, no les extrañan estas u otras predicciones proféticas. Véase la introducción a Isaías: «Autor».
Este es el único lugar en la Biblia donde se le llama «ungido» a un gobernante gentil. Dios es el poder que está por encima de todos los poderes y El unge a quien elige para llevar a cabo tareas especiales. El reino de Ciro se extendió a 3,220 kilómetros (el más grande imperio entonces conocido) e incluía los territorios de los Imperios Asirio y Babilónico. ¿Por qué ungió Dios a Ciro? Porque Dios le tenía reservada una tarea especial que debía realizar para Israel. Ciro permitiría que la ciudad de Dios, Jerusalén, se reconstruyera y liberaría a los cautivos sin esperar nada a cambio. Pocos reyes de Israel o de Judá hicieron tanto por el pueblo de Dios como lo haría Ciro.
Isaías 45:2 Yo iré delante de ti y allanaré los lugares escabrosos; romperé las puertas de bronce y haré pedazos sus barras de hierro.
Isaías 45:3 Te daré los tesoros ocultos, y las riquezas de los lugares secretos, para que sepas que soy yo, el Señor, Dios de Israel, el que te llama por tu nombre.
Los tesoros escondidos : Alude al botín egipcio y al control de la rutas comerciales egipcias.
Isaías 45:4 Por amor a mi siervo Jacob y a Israel mi escogido, te he llamado por tu nombre; te he honrado, aunque no me conocías.
Isaías 45:5 Yo soy el Señor, y no hay ningún otro; fuera de mí no hay Dios. Yo te ceñiré, aunque no me has conocido,
Isaías 45:6 para que se sepa que desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, no hay ninguno fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro;
Isaías 45:7 el que forma la luz y crea las tinieblas, el que causa bienestar y crea calamidades, yo soy el Señor, el que hace todo esto.
Dios gobierna sobre la luz y las tinieblas, sobre la paz y la adversidad. Nuestras vidas están salpicadas de ambas clases de experiencias y las dos hacen falta para crecer espiritualmente. Cuando vengan los tiempos buenos, déle gracias a Dios y utilice su prosperidad para El. Cuando vengan los tiempos malos, no se resienta, sino pregunte qué puede aprender de esta experiencia purificadora para ser un mejor siervo de Dios.