Isaías 21:1 Profecía sobre el desierto del mar[a] Profecía sobre el desierto del mar:[b] Como un torbellino del Neguev, así viene del desierto, de la tierra horrenda.
Babilonia ( el desierto del mar ) sufrió una serie de derrotas entre los años 710 y 703 a.C. Aquí las noticias que llegan a Jerusalén se refieren a la derrota de Babilonia en el 703 a.C. a manos del rey Senaquerib de Asiria. Esto aterrorizó a la ciudad, que temía ser la próxima víctima. El desierto del mar : Se refiere al Neguev.
«El desierto del mar» es Babilonia, al lado del golfo Pérsico. Algunos dicen que esta profecía se cumplió con la caída de Babilonia en 539 a.C.. Sin embargo, otros dicen que se trata de una profecía de la revuelta de Babilonia en contra de Asiria aproximadamente en 700 a.C.
Isaías 21:2 Dura visión me ha sido mostrada: El traidor traiciona y el destructor destruye. Sube, Elam; sitia, Media.[c] Todo su gemido hice cesar.
Elam . . . Media : Alusión a los medos y persas, que de cierta forma apoyaban a Asiria.
Isaías 21:3 Por tanto, mis espaldas se han llenado de dolor; angustias se apoderaron de mí, como angustias de mujer de parto. Me siento agobiado al oírlo y al verlo me lleno de espanto.
La respuesta emocional de Isaías expresaba la preocupación de que a Jerusalén le sucediera lo que pasó en Babilonia.
Isaías 21:4 Se pasma mi corazón, el horror me ha intimidado; la noche de mi deseo se me ha vuelto en espanto.
Isaías 21:5 Ponen la mesa, extienden tapices; comen, beben. ¡Levantaos, príncipes, engrasad el escudo!
Si la profecía se refiere a la caída de Babilonia en el año 539 a.C., esto se refiere a la fiesta en Daniel 5.
Isaías 21:6 Porque el Señor me dijo así: «Ve, pon centinela que haga saber lo que vea».
Los centinelas (vigías sobre los muros de la ciudad) aparecen a menudo en las visiones proféticas de destrucción. Son los primeros en ver que el problema se acerca. El profeta Habacuc fue un centinela. Quizás la visión de los jinetes de dos en dos represente el ataque de los medos y persas a Babilonia en 539 a.C.
Isaías 21:7 Y vio hombres montados, jinetes de dos en dos, montados sobre asnos, montados sobre camellos. Miró entonces más atentamente,