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Introducción a la carta a los Colosenses

Una amenaza para la Iglesia

Debe haber sido Epafras el que le trajo noticias a Pablo, que estaba preso en Roma, de la situación que se estaba desarrollando en Colosas. Muchas de las noticias eran buenas, de forma que Pablo da gracias a Dios por su fe en Cristo y su amor a los santos (1:4). Se goza del fruto cristiano que están produciendo (1:6). Epafras le ha traído noticias de su amor en el Espíritu (1:8). Se alegra de saber que se mantienen en orden y están firmes en la fe (2:5). Había problemas en Colosas, sin duda; pero no había llegado a haber una epidemia. Pablo creía que prevenir era mejor que curar, y trata el mal en esta carta antes de que se extienda.

«La herejía colosense»

No se puede decir de seguro cuál era la herejía que amenazaba la vida de la iglesia colosense. «La herejía colosense» es uno de los problemas en el estudio del Nuevo Testamento. Lo que podemos hacer es estudiar la carta, hacer una lista de las características que nos indica, y ver si podemos encontrar alguna tendencia herética general a la que correspondan.

(i) Está claro que era una herejía que atacaba la suficiencia total y la supremacía única de Jesucristo. Ninguna otra carta de Pablo presenta una enseñanza tan elevada de Jesucristo ni insiste tanto en Su plenitud y suficiencia. Jesucristo es la imagen del Dios invisible; en El habita toda plenitud (1:15,19). En El están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento (2:2). En Él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad (2:9).

(ii) Pablo se esfuerza en subrayar el papel de Cristo en la Creación. Por Él fueron creadas todas las cosas (1:16); en Él subsisten todas las cosas (1:17). El Hijo fue el instrumento del Padre en la Creación del universo.

(iii) A1 mismo tiempo se esfuerza en subrayar la humanidad real de Jesucristo. Fue en Su cuerpo de carne y hueso como realizó Su obra redentora (1:22). La plenitud de la divinidad mora en Él sómatikós, en forma corporal (2:9). A pesar de Su divinidad Jesucristo fue verdaderamente humano.

(iv) Parece que había un elemento de astrología en esta herejía. En 2:8, la versión Reina-Valera’95 pone que los herejes colosenses se conducían de acuerdo con los elementos del mundo, y en 2:20, que deberían haber muerto a los rudimentos del mundo. La palabra que se traduce por elementos o rudimentos es stoijeia, que tiene dos significados.

(a) Su sentido primario es una sucesión de cosas; puede referirse, por ejemplo, a una fila de soldados; pero uno de sus significados más corrientes es el ABC, las letras del abecedario colocadas como en una fila. De ahí pasó a significar los elementos constitutivos de cualquier asunto, los rudimentos, que es el sentido que le asigna la Reina-Valera (v. notas en la edición de 1995). Si es ese el sentido correcto, Pablo quiere decir que los colosenses estaban volviéndose atrás a una especie de cristianismo elemental cuando deberían estar avanzando hacia la madurez.

(b) Creemos que el segundo significado es el más probable. Stoijeía puede querer decir los espíritus elementales del mundo, y especialmente los espíritus de las estrellas y de los planetas. El mundo antiguo estaba dominado por la idea de la influencia de las estrellas; y hasta los hombres más sabios y grandes no hacían nada sin consultárselo. Se creía que todas las cosas estaban en poder de un fatalismo férreo que dependía de las estrellas; y la astrología profesaba proveer a los hombres del conocimiento secreto que podía liberarlos de la esclavitud a los espíritus elementales. Es muy probable que los falsos maestros colosenses estuvieran enseñando que se necesitaba algo más que Jesucristo para liberar a las personas de la sujeción a esos espíritus elementales.

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