Señor, haz de mí un instrumento de tu paz. Donde haya odio, ponga yo el amor. Donde haya ofensa, ponga yo el perdón. Donde haya discordia, ponga yo la unión.
Donde haya error, ponga yo la verdad. Donde haya duda, ponga yo la fe. Donde haya desesperación, ponga yo la esperanza. Donde haya tinieblas, ponga yo tu luz. Donde haya tristeza, ponga yo tu alegría.
¡Oh, Maestro! Que no busque yo tanto Ser consolado… como consolar; Ser comprendido… como comprender; Ser amado… como amar. Porque Dando… se recibe; Olvidando… se encuentra; Perdonando… se alcanza perdón; Muriendo… se resucita a la vida eterna.
Francisco de Asís