Ezequiel 36:37 »Así ha dicho Jehová, el Señor: Aún me suplicará la casa de Israel, para que les haga esto: multiplicaré los hombres como se multiplican los rebaños.
Ezequiel 36:38 Como las ovejas consagradas, como las ovejas de Jerusalén en sus fiestas solemnes, así las ciudades arruinadas serán llenas de rebaños de seres humanos. Y sabrán que yo soy Jehová”».
Dios dijo que si el pueblo se lo pedía, El vendría en su ayuda. Sin embargo, no podemos esperar su misericordia, hasta que hayamos buscado que El nos dé nuevos corazones (36.26). Podemos agradecerle que su invitación esté abierta para todos.
Antiguo y nuevo pactos
Antiguo Pacto, Escrito en piedra, Basado en la Ley, Relación legal con Dios, Debe enseñarse para el mejor entendimiento del Nuevo Pacto
La restauración de Israel
Este oráculo forma el corazón del libro de Ezequiel Su mensaje es un resumen del libro. Israel había ofendido a Dios con derramamiento de sangre e idolatría. Su castigo significaba dispersión entre las naciones, es decir, exilio. No obstante, el Señor no les dejaría allí. Regresarían a su tierra. El los purificaría y transformaría, y ellos le seguirían. La tierra y su pueblo florecerían nuevamente. Las naciones vecinas sabrían que Jehovah había obrado.
El porqué el Señor traería a su pueblo de regreso de su exilio está expresado claramente. No tenía nada que ver con una bondad innata o mérito en el pueblo mismo. Tenía que ver más bien con el deseo de Dios de que su nombre no fuera profanado. El hecho mismo de que Israel estuviera en el exilio llevaba a otros a pensar que el Dios de Israel o era incapaz o no quería cuidar de su propio pueblo. Esta situación era denigrante para el carácter de Dios, y por esta razón Dios restauraría a su pueblo.
Este oráculo trae esperanza a todos nosotros. Dios actúa para salvar, no sobre la base de nuestra dignidad, sino por las riquezas de su misericordia.
Dios dice a Ezequiel, en otras palabras: “Cuando Israel habitaba en su propia tierra, ellos la contaminaron con su iniquidad. De modo que los dispersé por otras naciones. Sin embargo, su dispersión profanó mi nombre, que es de interés para mí. Por lo tanto, la palabra de Dios para Israel es: Por causa de mi nombre mostraré mi santidad a las naciones por medio de vosotros. Entonces sabrán que yo soy Jehovah. Os traeré de vuelta a vuestra propia tierra y os purificaré. Vuestro corazón de piedra será reemplazado por un corazón de carne. Pondré mi espíritu en vosotros y haré que guardéis mis leyes. La tierra será fructífera, y llegarás a detestar y avergonzarte de tu conducta pasada. No es por causa de vosotros que yo hago esto. Cuando os purifique de todos vuestros pecados, las ciudades serán reedificadas y la tierra cultivada nuevamente. Las naciones que quedaron alrededor sabrán entonces que la he restaurado toda. El pueblo de Israel será tan numeroso como ovejas. Entonces sabrán que yo soy Jehovah.”
Notas. Esparciré … agua pura: una acción ceremonial de limpieza. Corazón de carne: el uso del término carne aquí no debe ser confundido con su uso en otras partes de la Biblia, donde a menudo denota flaqueza o corrupción. En este pasaje corazón de carne es contrastado con corazón de piedra, implicando que la naturaleza fría como la piedra y dura de corazón del pueblo sería reemplazada por una espiritualidad cálida y viva.