Ezequiel 35:1 Profecía contra el monte Seir[a] Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
Ezequiel profetizó de nuevo en contra de Edom (también llamado Seir). Su primera profecía contra Edom aparece en 25.12-14. En esta profecía, Ezequiel quizás utiliza a Edom para representar a todas las naciones que se oponían al pueblo de Dios. El capítulo 36 dice que Israel será restaurado, mientras que en este capítulo dice que Edom (los enemigos de Dios) será «desierto y soledad».
Ezequiel 35:2 «Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el monte Seir y profetiza contra él,
Monte de Seir : Utilizada para designar a Edom, el hogar de Esaú, hermano de Jacob. Existía enemistad entre los hermanos, aun antes de su nacimiento, y esta hostilidad continuó con sus descendientes, especialmente tras la ocupación de Judá por Edom. Edom parece representar a todos los enemigos de Israel que deben ser juzgados antes que el pueblo de Dios sea restaurado. Por otro lado, puede que también Edom represente a enemigos espirituales o históricos. Edom ofreció ayuda para destruir a Jerusalén y se regocijó cuando cayó la ciudad. La larga hostilidad de Edom en contra del pueblo de Dios trajo como resultado el juicio de Dios.
Ezequiel 35:3 diciendo: “Así ha dicho Jehová, el Señor: »He aquí, yo estoy contra ti, monte Seir; extenderé mi mano contra ti y te convertiré en un desierto desolado.
Ezequiel 35:4 Tus ciudades asolaré, quedarás desolado y sabrás que yo soy Jehová.
Ezequiel 35:5 »Por cuanto tuviste enemistad perpetua y entregaste a los hijos de Israel al poder de la espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo en que su maldad fue consumada,
Ezequiel 35:6 por eso, vivo yo, dice Jehová, el Señor, que a sangre te destinaré y sangre te perseguirá. Porque no aborreciste la sangre,[b] sangre te perseguirá.
Sangre te perseguirá : La justicia o retribución prometida en Genesis 9:6. Este mismo tipo de juicio se refleja en v. 11, «Yo haré conforme a tu ira, y conforme a tu celo».
Ezequiel 35:7 Convertiré el monte Seir en desierto desolado, y eliminaré de él al que salga y al que entre.
Ezequiel 35:8 Llenaré sus montes con sus muertos; en tus collados, en tus valles y en todos tus arroyos caerán los muertos a espada.
Ezequiel no solo profetizó en contra del pueblo de Edom, sino también contra sus montes y su tierra. El monte de Seir era su territorio de origen. Los montes, símbolos de fortaleza y poder, representan el orgullo de este pueblo malvado que pensaba que podían salirse con la suya. El deseo de venganza de Edom se volvió en su contra. Edom recibió el castigo que tan solícito quería dar. Dios tiene su forma de hacer que nuestro trato a los demás se convierta en un bumerán. Así que debemos cuidarnos con nuestro juicio acerca de otros.