Ezequiel 28:1 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo:
Antes, Ezequiel profetizó en contra de Tiro. Ahora enfocaba su profecía a su líder. El pecado principal del rey de Tiro era la soberbia, ya que se creía un Dios. Pero Ezequiel hizo una aplicación más amplia, hablando acerca del príncipe espiritual de Tiro, Satanás, a quien el pueblo seguía en realidad.
Ezequiel 28:2 Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: «Así dice el Señor Dios: ‹Aun cuando tu corazón se ha enaltecido y has dicho: «Un Dios soy, sentado estoy en el trono de los Dioses, en el corazón de los mares», no eres más que un hombre y no Dios, aunque hayas igualado tu corazón al corazón de Dios.
Príncipe de Tiro : Probablemente, Itobal II, de quien dice Josefo era rey durante el sitio de Nabucodonosor. Yo soy un Dios : Debido a su sabiduría y riqueza, el rey se consideraba un ser divino. Esta misma vanidosa pretensión se ve en Isaias 14:12-15, donde el rey de Babilonia se exalta a sí mismo. El uso del término «Dios» aquí puede compararse con la forma cómo se emplea en el Salmo 82 (donde esos «Dioses» mueren como los seres humanos). En todos estos pasajes el que reclama poseer la condición de un «Dios» morirá «de muerte de incircuncisos», será enviado al Seol, o morirá igual que los hombres.
Ezequiel 28:3 ‹He aquí, tú eres más sabio que Daniel; ningún secreto te es oculto.
Daniel, un funcionario importante en el reino de Nabucodonosor, era bien conocido por su sabiduría. Daniel proclamó que toda su sabiduría provenía de Dios. En contraste, el rey de Tiro pensaba que él mismo era un Dios. Cuando el pueblo realmente sabio está cerca de Dios, reconoce su necesidad de depender de su dirección.
Ezequiel 28:4 ‹Con tu sabiduría y tu entendimiento has adquirido riquezas para ti, y has adquirido oro y plata para tus tesoros.
Ezequiel 28:5 ‹Con tu gran sabiduría, con tu comercio, has aumentado tus riquezas, y se ha enaltecido tu corazón a causa de tus riquezas.
Ezequiel 28:6 ‹Por lo cual, así dice el Señor Dios: «Por cuanto has igualado tu corazón al corazón de Dios,
Ezequiel 28:7 por tanto, he aquí, traeré sobre ti extranjeros, los más crueles de entre las naciones. Y ellos desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría y profanarán tu esplendor.
Los fuertes de las naciones : Babilonia.
Ezequiel 28:8 «Te harán bajar al sepulcro, y morirás con la muerte de los que mueren en el corazón de los mares.
Muerte : Aquí y en el versículo 10 se utiliza la forma plural; la mejor traducción sería «de muerte violenta»
Ezequiel 28:9 «¿Dirás aún: ‹Un Dios soy›, en presencia de tu verdugo, tú que eres un hombre y no Dios, en manos de los que te hieren?