Ezequiel 20:11 Les di mis estatutos y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpla, vivirá.[e]
Ezequiel 20:12 Y les di también mis sábados,[f] para que fueran por señal entre yo y ellos, para que supieran que yo soy Jehová que los santifico.
El día de reposo, instituido por Dios en la creación, fue ordenado a Israel como una señal de que Dios los había creado y redimido. Era un regalo de un Dios amoroso, no una obligación difícil, pero en repetidas ocasiones profanaron el día de reposo e ignoraron a su Dios. Dios lo creó con la intención de que fuera una ayuda a la memoria, pero ellos lo pasaron por alto. En la actualidad muchos cristianos celebran el día del Señor, el domingo, como su día de reposo. Cualquiera que sea el día, debemos ser cuidadosos de cumplir con el propósito de Dios para el día de reposo. Dios quiere que descansemos, pongamos las cosas en perspectiva y nos acordemos de El.
Ezequiel 20:13 Pero se rebeló contra mí la casa de Israel en el desierto;[g] no anduvieron en mis estatutos y desecharon mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpla, vivirá; y mis sábados profanaron en gran manera. Dije, por tanto, que derramaría sobre ellos mi ira en el desierto para exterminarlos.
Ezequiel 20:14 Pero actué a causa de mi nombre, para que no fuera profanado a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado.
Ezequiel 20:15 »También yo les alcé mi mano en el desierto, jurando que no los traería a la tierra que les había[h] dado, la cual fluye leche y miel y es la más hermosa de todas las tierras;
Ezequiel 20:16 porque desecharon mis decretos, no anduvieron en mis estatutos y profanaron mis sábados, porque tras sus ídolos iba su corazón.
Ezequiel 20:17 Con todo, los miré con piedad: no los maté ni los exterminé en el desierto;
Ezequiel 20:18 antes bien, dije en el desierto a sus hijos: ‘No andéis en los estatutos de vuestros padres ni guardéis sus leyes ni os contaminéis con sus ídolos.
Ezequiel 20:19 Yo soy Jehová, vuestro Dios: andad en mis estatutos, guardad mis preceptos y ponedlos por obra.
Ezequiel 20:20 Santificad mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová, vuestro Dios’.
Ezequiel 20:21 »Pero los hijos se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos ni guardaron mis decretos para ponerlos por obra, por los cuales el hombre que los cumpla, vivirá; y profanaron mis sábados. Dije entonces que derramaría mi ira sobre ellos, para consumar mi enojo en ellos en el desierto.
Ezequiel 20:22 Sin embargo, retraje mi mano a causa de mi nombre, para que no fuera profanado a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado.
Ezequiel 20:23 También les alcé yo mi mano en el desierto, jurando que los esparciría entre las naciones y que los dispersaría por las tierras,[i]
En los principios mismos de la historia de Israel, Dios les advirtió con claridad sobre las consecuencias de la desobediencia. Cuando el pueblo desobedeció, Dios les permitió que experimentaran esas devastadoras consecuencias para hacerlos conscientes de la seriedad de sus pecados. Si usted elige vivir para sí mismo, apartado de Dios, puede experimentar consecuencias destructivas similares. De todas maneras, aun en medio de tales consecuencias, Dios puede estar atrayéndolo a sí mismo. Permita que los infortunios le ayuden a recobrar el buen castigo y al Dios misericordioso, antes de que sea demasiado tarde.