Generalmente, el AT se refiere a las plagas como señales y prodigios. Se incluyen fenómenos naturales y hechos históricos que inspiran temor, misterio y asombro. Siempre están relacionados estrechamente con la palabra de Dios y tienen el propósito de enseñar algo. Nunca vienen simplemente para asustar o asombrar a la gente. Las plagas tenían la misión de convencer al faraón que dejara ir al pueblo y hacer recordar a Israel que su liberación no vino por el poder de ellos sino por medio de la mano poderosa de Jehová .
Las plagas eran milagros de Dios; eran hechos divinos maravillosos. Los hebreos no pensaban, como los griegos, que la naturaleza era un orden controlado por leyes naturales. Para Israel, un milagro era romper el orden normal de la vida en una manera extraordinaria; ni aun tenían en su vocabulario una palabra que significaba “naturaleza”. Ellos veían la mano de Dios en todos las cosas, aun en aquellas que hoy en día se consideran el resultado de leyes naturales. Por ejemplo, para Israel el sol y la luna eran señales, o “milagros” de Dios: Cada día y cada noche eran señales de su poder y bondad.
Para entender mejor el concepto de milagros en el AT, se hacen las siguientes observaciones:
(1) Los milagros eran hechos interpretados por la fe.
(2) Los hebreos tenían el concepto de que Dios estaba involucrado en todo. El era todo; no había una diferencia entre leyes naturales y hechos sobrenaturales o milagros.
(3) Los milagros no eran tanto acontecimientos extraordinarios (o poco comunes), sino que eran hechos predichos para momentos particulares con significados especiales.
(4) Se empleaban tres términos diferentes en Exodo que se puede traducir milagros : ‘oth H226 o señal, significa un acontecimiento o algo común en la vida ordinaria que, en circunstancias especiales, tiene un significado excepcional. El segundo término, mopethse traduce frecuentemente “prodigios”, y representa algo extraordinario. Pueden ser acontecimientos o elementos de la vida que son comunes; sin embargo, se encuentran en situaciones excepcionales que son llamativas. Por ejemplo, si un rayo cae sobre un árbol cerca, la interpretación de fe podría llamarlo un mopeth. La tercera palabra, niphle’oth H6381 representa algo muy especial y puede traducirse con la palabra “maravilla”. Es algo no acostumbrado, y se acerca más al concepto griego de milagro. Por ejemplo, el sanar a un leproso o el cambiar agua en sangre serían “maravillas”.
(5) Los milagros no son pruebas del poder divino, sino que son demostraciones de su poder y de su propósito. No son conclusivos en sí; tienen que ser aceptados por la fe. El faraón los vio y no creía. Israel los vio y creía; sin embargo, aun ellos, se olvidaron pronto de la experiencia.
(6) Los milagros señalan a un significado más allá del hecho mismo; se pierde su valor si no se los entiende. Entonces, son indicaciones del propósito salvífico del Señor. Dan evidencia de la presencia y propósito del Dios soberano.
(7) Tras lo milagroso de las plagas se ve un problema moral: la opresión y esclavitud de un pueblo. Antes de las demostraciones de su poder, el Señor dio amplia advertencia y oportunidades al faraón para que librase a Israel y así evitara las plagas.