Éxodo 30: El altar del incienso

Éxodo 30:16 Y tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión; y será por memorial a los hijos de Israel delante de Jehová, para hacer expiación por vuestras personas.

El tabernáculo se sostenía en parte con el impuesto por la expiación. Todos pagaban lo mismo como símbolo del rescate de sus vidas, porque todos eran pecadores. Se abonaba aproximadamente 5, 5 gramos de ciertos metales.

El dinero de la expiación venía a ser como el impuesto del censo. Se derivaba del principio de que todas las personas pertenecían a Dios y, por lo tanto, necesitaban ser redimidas por un sacrificio. Cada vez que se llevaba a cabo el censo, todos, tanto ricos como pobres, debían pagar un rescate. Dios no discrimina entre las personas (Act_10:34; Gal_3:28). Todos necesitamos misericordia y perdón debido a nuestros pensamientos y acciones pecaminosas. No hay forma en la que un rico pueda comprar a Dios, ni en la que un pobre pueda evitar pagarle. La demanda de Dios es que todos vayamos ante El humillados para ser perdonados y restaurados a su familia.

La fuente de bronce

Éxodo 30:17 Habló más Jehová a Moisés, diciendo:

Éxodo 30:18 Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce,(B) para lavar; y la colocarás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en ella agua.

Éxodo 30:19 Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos las manos y los pies.

Éxodo 30:20 Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida para Jehová,

Éxodo 30:21 se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones.

Una fuente era utilizada por los sacerdotes para lavar sus manos y sus pies. Ello constituía una especie de anticipación de la obra que Cristo llevaría a cabo al limpiar nuestros pecados.

El aceite de la unción, y el incienso

Éxodo 30:22 Habló más Jehová a Moisés, diciendo:

Éxodo 30:23 Tomarás especias finas: de mirra excelente quinientos siclos, y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos cincuenta, de cálamo aromático doscientos cincuenta,

La mirra es un extracto del árbol que lleva ese nombre. Cálamo es una hierba rojiza que huele a jengibre y crece en las riberas de las corrientes de agua.

Éxodo 30:24 de casia quinientos, según el siclo del santuario, y de aceite de olivas un hin.

Casia es una planta olorosa que huele como la canela.

Éxodo 30:25 Y harás de ello el aceite de la santa unción; superior ung:uento, según el arte del perfumador, será el aceite de la unción santa.

Éxodo 30:26 Con él ungirás el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio,

Éxodo 30:27 la mesa con todos sus utensilios, el candelero con todos sus utensilios, el altar del incienso,

Éxodo 30:28 el altar del holocausto con todos sus utensilios, y la fuente y su base.

Éxodo 30:29 Así los consagrarás, y serán cosas santísimas; todo lo que tocare en ellos, será santificado.

Éxodo 30:30 Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes.

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