Los tres primeros evangelios, Mateo; Marcos y Lucas, se conocen como los evangelios sinópticos. La palabra sinóptico viene de dos palabras griegas que quieren decir ver juntamente; y estos tres libros se llaman los evangelios sinópticos porque se pueden colocar en columnas paralelas para ver los materiales que tienen en común. Se podría afirmar que Marcos es el más importante de los tres. Hasta sería posible ir más lejos todavía, y afirmar que es el libro más importante del mundo, porque se está de acuerdo casi universalmente en que es el primero de los evangelios, y por tanto la primera vida de Jesús entre las que se escribieron y han llegado hasta nosotros. Marcos puede que no fuera el primero que escribiera la vida de Jesús. No cabe duda de que se hicieron intentos más sencillos de escribirla; pero el evangelio de Marcos es indudablemente la primera vida de Jesús que ha sobrevivido.
El pedigrí de los evangelios
Cuando consideramos cómo llegaron a escribirse los evangelios, tenemos que retrotraernos a un tiempo en el que no existía en todo el mundo tal cosa como un libro impreso. Los evangelios se escribieron mucho antes de que se inventara la imprenta, y se compusieron cuando había que escribir a mano cuidadosa y laboriosamente todos los libros. Está claro que en ese caso no habría muchos ejemplares de cada libro. ¿Cómo sabemos, o cómo podemos deducir, que Marcos fue el primero de los evangelios?
Cuando leemos los evangelios sinópticos, aunque sea en español, vemos que hay semejanzas sorprendentes entre ellos. Contienen los mismos incidentes, contados a menudo con las mismas palabras; y pasajes de la enseñanza de Jesús que son muchas veces idénticos. Si comparamos la historia de la Multiplicación de los Panes y los Peces en los tres evangelios (Marcos 6:30-44; Mateo 14:1221; Lucas 9: 10-17) vemos que se cuenta casi exactamente con las mismas palabras y exactamente de la misma manera. Otro ejemplo muy claro es el relató de la curación del paralítico (Marcos 2:1-12; Mateo 9:1-8; Lucas 5:17-26). Los relatos son tan parecidos que hasta un pequeño paréntesis -«le dijo al paralítico»- aparece en los tres exactamente en el mismo lugar. Las coincidencias son tan obvias que nos obligan a una de dos conclusiones: o los tres están tomando sus materiales de alguna fuente común, o dos de ellos se basan en el otro.
Cuando estudiamos el problema más en detalle descubrimos que Marcos se puede dividir en 105 secciones. De ellas, 93 aparecen en Mateo y 81 en Lucas. Son sólo 4 las que no se encuentran ni en Mateo ni en Lucas. Y todavía más indudable: Marcos tiene 661 versículos; Mateo, 1,068; Lucas, 1,149. De los 661 versículos de Marcos, Mateo reproduce no menos de 606. Algunas veces cambia ligeramente las palabras, pero reproduce el 51 por ciento de las palabras exactas de Marcos. De los 661 versículos de Marcos, Lucas reproduce 320, y utiliza de hecho el 53 por ciento de las palabras de Marcos. De los 55 versículos de Marcos que no reproduce Mateo, 31 se encuentran en Lucas. Así que el resultado es que no hay más que 24 versículos de Marcos que no se encuentran en ningún lugar de Mateo o de Lucas., Esto presenta como muy probable el que Mateo y Lucás estuvieran usando a Marcos como la base de sus evangelios. Lo que confirma todavía más esta hipótesis ps que tanto Mateo como Lucas siguen mayormente el orden de los acontecimientos de Marcos. A veces Mateo cambia el orden de Marcos, y otras veces es Lucas el que lo hace; pero nunca coinciden Mateo y Lucas al apartarse del orden de Marcos. Siempre por lo menos uno de ellos retiene el orden de Marcos.
Un examen detallado de los tres evangelios deja bien claro que Mateo y Lucas tenían delante Marcos cuando escribían, y que usaron ese evangelio como la base en la que encajaron los materiales extra que querían incluir.
Es emocionante recordar cuando leemos el evangelio de Marcos que es la primera vida de Jesús, en la que se basaron por necesidad todas las que se escribieron después.
Marcos, el autor del evangelio
Entonces, ¿quién fue este Marcos que escribió el evangelio? Por el Nuevo Testamento sabemos bastantes cosas acerca de él. Era hijo de una señora acomodada de Jerusalén que se llamaba María, y cuya casa fue el punto de encuentro y de reunión de la iglesia original (Hechos 12:12). Desde el principio, Marcos se crió en el mismo centro de la naciente Iglesia Cristiana.
Marcos era también sobrino de Bernabé, y cuando Pablo y Bernabé emprendieron su primer viaje misionero le llevaron como secretario y ayudante (Hechos 12:25). Aquel viaje fue de lo más desafortunado para Marcos. Cuando llegaron a Perge, Pablo propuso que siguieran tierra adentro hacia la meseta central; y por esa razón Marcos abandonó la expedición y se volvió a su casa (Hechos 13:13).