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Evangelio según Juan

El que escribió las cartas de su puño y letra fue el anciano Juan; pero la mente y la memoria detrás de ellas eran las de su maestro, el apóstol Juan, al que el anciano Juan describía siempre como «el discípulo amado del Señor.»

El precioso Evangelio

Cuanto más sabemos del Cuarto Evangelio más precioso nos resulta. Juan había estado pensando en Jesús setenta años. Día a día el Espíritu Santo le había estado descubriendo el sentido de lo que Jesús había dicho y hecho; así es que, cuando Juan ya tenía cerca de un siglo de edad y eran contados los días que le quedaban, se sentó con sus amigos para recordar. El anciano Juan manejaba la pluma para escribir para su maestro, Juan el apóstol; y el último de los apóstoles dejó constancia, no sólo de lo que él le había oído decir a Jesús, sino también de lo que él comprendía entonces que Jesús había querido decir. Recordaba que Jesús había dicho: «Todavía tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podríais asumir; pero, cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él se encargará de guiaros a la Verdad total» (Juan 16:12-13). Había muchas cosas que Juan no había entendido setenta años atrás; había muchas cosas que en esos setenta años el Espíritu de la Verdad le había revelado; y Juan nos las dejó cuando ya la gloria eterna le estaba amaneciendo.

Cuando leamos este Evangelio, recordemos que estamos leyendo el que es más la obra del Espíritu Santo, que nos declara lo que Jesús había querido decir, por medio de la mente y la memoria del apóstol Juan y la pluma del anciano Juan. Detrás de este Evangelio está toda la iglesia de Éfeso, toda la compañía de los santos, el último de los apóstoles, el Espíritu Santo y el mismo Cristo Resucitado.

Cronología

  • Herodes el Grande empieza a gobernar 37 a.C.
  • Nace Jesús 6/5 a.C.
  • Huida a Egipto 5/4 a.C.
  • Herodes el Grande muere 4 a.C.
  • Regreso a Nazaret 4/3 a.C.
  • Judea pasa a ser una provincia romana 6 d.C.
  • Tiberio César elegido emperador 14
  • Poncio Pilato elegido gobernador 26
  • Jesús inicia su ministerio 26/27
  • Jesús y Nicodemo 27
  • Jesús escoge a los doce discípulos 28
  • Jesús alimenta a cinco mil 29
  • Jesús es crucificado, resucita y asciende 30

El propósito del Evangelio de Juan es probar que Jesús es el Hijo de Dios y que todos los que crean en él tendrán vida eterna. Su autor, Juan, el apóstol, hijo de Zebedeo, hermano de Jacobo, llamado «hijo del trueno» los escribe para nuevos creyentes e inconversos que le buscan, probablemente entre 85-90 d.C. Escrito después de la destrucción de Jerusalén en 70 d.C. y antes del exilio de Juan en la isla de Patmos

Versículos clave: «Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre» (Joh_20:30-31).

Personas clave: Jesús, Juan el Bautista, los discípulos, María, Marta, Lázaro, la madre de Jesús, Pilato, María Magdalena

Lugares clave: Territorio de Judea, Samaria, Galilea, Betania, Jerusalén
Características particulares:

De los ocho milagros descritos, seis son únicos (en relación con los Evangelios), como es el caso del discurso en el aposento alto (capítulos 14-17). Más del noventa por ciento de Juan es único, peculiar. Juan no incluye una genealogía ni referencia alguna al nacimiento de Jesús, su niñez, tentación, transfiguración, elección de sus discípulos, tampoco hay parábolas, ascensión ni la Gran Comisión.

Él dijo y las galaxias rotaron en su lugar, las estrellas resplandecieron en los cielos y los planetas comenzaron a girar en las órbitas alrededor de sus soles: palabras imponentes, sin límites, poder sin ataduras. Habló otra vez y las aguas y continentes se llenaron de plantas y criaturas que corrían, nadaban, crecían y se multiplicaban: palabras que dan vida, inspiración, que hacen vibrar la vida. Volvió a hablar y se formaron el hombre y la mujer, pensaban, hablaban y amaban: palabras de gloria personal y creativas. Eterno, infinito e ilimitado: él fue, es y siempre será el Hacedor y Señor de todo lo que existe.

Y luego vino en la carne a un punto del universo llamado planeta tierra. El Creador poderoso vino a formar parte de la creación, limitado por tiempo y espacio, susceptible a la edad, a las enfermedades y a la muerte. Pero el amor lo impulsó y por eso vino a salvar y a rescatar a los que estaban perdidos y darles el don de la eternidad. él es el Verbo; él es Jesús, el Cristo.

Esta es la verdad que el apóstol Juan nos revela en su libro. El Evangelio de Juan no es la narración de la vida de Jesús, es un argumento poderoso en cuanto a la encarnación, una demostración concluyente de que Jesús fue y es el Hijo de Dios enviado del cielo y la única fuente de vida eterna.

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