Eclesiastés 4:9 Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.
Existen ventajas al cooperar con otros. La vida no está diseñada para el aislamiento, sino para el compañerismo; no para la soledad, sino para la intimidad. Algunas personas prefieren el aislamiento debido a que sienten que no pueden confiar en nadie. Sin embargo, no estamos aquí en la tierra para servirnos a nosotros mismos, sino para servir a Dios y a los demás. No se aisle de los demás ni trate de ir por su cuenta. Busque compañeros, sea miembro de algún equipo.
Eclesiastés 4:10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
Mejores son dos que uno : Una inversión conjunta tiene más probabilidades de éxito. Si uno de los socios triunfa, el otro puede compartir el fruto obtenido. Si fracasa, tiene alguien que le ayude.
Eclesiastés 4:11 También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo?
Aunque esto puede que se refiera a viajeros que tratan de mantenerse calientes en las frías noches de Palestina, la imagen que evoca a una pareja de esposo y esposa es demasiado obvia como para ignorarla. Un matrionio son los «dos» que, según Dios ordena, deben enfrentar los problemas de la vida.
Eclesiastés 4:12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
Si el versículo 11 ofrece la imagen de dos viajeros, aquí se habla de cómo se defenderían en caso de ser asaltados por ladrones; cada uno saldría en auxilio del otro. Y si fueran tres, nadie los podría vencer. Si, por el contrario, el versículo 11 se refiere a un hombre y su mujer haciéndole frente juntos a la vida, entonces su fuerza aumentaría en caso de tener un hijo (un heredero).
Eclesiastés 4:13 Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos;
La sabiduría tiene algún valor: un pobre muchacho sabio es mejor que un rey viejo y necio.
Ser promovido y llegar a la cima es vanidad. La posición, la popularidad y el prestigio son metas deficientes para el trabajo en la vida. A pesar de que muchos los buscan, son sombras sin sustancia. Muchos buscan reconocimiento por sus logros; pero las personas son variables, y cambian con rapidez y facilidad. Cuánto mejor es buscar la aprobación de Dios. Su amor nunca cambia.
Eclesiastés 4:14 porque de la cárcel salió para reinar, aunque en su reino nació pobre.
Este es un versículo difícil, porque depende cómo se interprete el término hebreo traducido por aunque . El sentido parece ser que un joven, como antes David, aunque nacido en una familia pobre, puede, si es sabio, salir del aislamiento y llegar al trono.
Eclesiastés 4:15 Vi a todos los que viven debajo del sol caminando con el muchacho sucesor, que estará en lugar de aquél.
Eclesiastés 4:16 No tenía fin la muchedumbre del pueblo que le seguía; sin embargo, los que vengan después tampoco estarán contentos de él. Y esto es también vanidad y aflicción de espíritu.
Vuelve al tema de la injusticia pero aquí como “opresión”. Manifiesta una actitud distinta: ante la injusticia la seguridad de la justicia de Dios, ante la opresión la melancólica reflexión de que sería mejor morir o no haber nacido. No tienen quien los consuele (versículo 1). Nacam, significa que no hay quién para compadecer con ellos en su dolor. He visto que todo trabajo y toda obra excelente son resultado de la rivalidad del hombre contra su prójimo (versículo 4). Una manera contemporánea y un poco más suave de referirse al tema, que se ve que es muy antiguo, es el concepto de emulación. Por esto último se entiende el sentimiento que nos lleva a imitar los ejemplos superiores. Para la palabra hebrea se dan en castellano los siguientes equivalentes: celo, celos, afán, pasión, envidia. Un comentario a estas motivaciones humanas es el capítulo 13 de 1 Corintios.
El necio se cruza de brazos (versículo 5). El necio no siente el desafío de emular a nadie, es la manera de unir este proverbio popular con la argumentación que el Predicador venía trayendo hasta aquí. A él no lo mueve de su indolencia el ejemplo de los demás, se muere de hambre pero se queda de “brazos cruzados”.