La comisión de Josué como el nuevo líder de Israel continúa la narrativa, la cual fue interrumpida por la orden de Jehová a Moisés de escribir un cántico memorial. Después de haber declarado que él anticipaba la desobediencia de Israel, Jehová comisiona a Josué. En el texto heb. el sujeto del verbo no aparece, pero el contexto claramente indica que es Jehová quien comisiona a Josué. Jehová exhorta a Josué a ser fuerte porque él conduciría al pueblo a Canaán para tomar posesión de la tierra y dividirla entre las tribus de Israel como su herencia perpetua. La promesa que Jehová hace a Josué, que él estaría con él, le asegura que tendría éxito en su misión.
El depósito del libro de la ley
Moisés llega al final de su misión. El da instrucción a los sacerdotes para que preserven la ley que él había recibido de Jehová. Anteriormente Moisés había instruido a los sacerdotes a leer la ley en presencia de Israel cada siete años. Ahora Moisés instruye a los sacerdotes a tomar el libro de la ley y a ponerlo junto al arca del pacto. Esta expresión enseña que el libro de la ley debería ser colocado junto al arca, no en ella. Solamente las dos tablas de los Diez Mandamientos estaban en el arca. Aun en los días de Salomón el arca solamente tenía las dos tablas de la ley. El NT declara que en el arca también estaban la vara de Aarón y una porción del maná. El rollo de la ley es probablemente una referencia a la ley deuteronómica, la misma referencia que aparece a través del libro de Deuteronomio.
El ritual de colocar el libro del pacto en el santuario aparece también en los tratados políticos del oriente antiguo, donde el soberano ordenaba depositar una copia del pacto en el santuario de su vasallo, para servir de testigo en caso de una violación de las estipulaciones del pacto.
La preservación de la ley y su lectura pública cada siete años sería testigo contra Israel de que ellos no eran ignorantes de lo que Jehová demandaba de su pueblo. Las palabras duras de Moisés a Israel reflejan su indignación con ellos. Dios había declarado que después de la muerte de Moisés Israel iba a violar el pacto y adorar a los dioses de Canaán. Moisés sabía que el pueblo era de dura cerviz) y que la predisposición de Israel de rebelarse contra Jehová ya había sido manifestada durante su vida. Su preocupación era que después de su muerte, el pueblo continuaría en su rebelión y se dedicaría completamente a la adoración de los dioses paganos, violando así las demandas del pacto y cancelando el esfuerzo que él había hecho de exhortar a Israel a ser fiel a Jehová.
Moisés convocó a los ancianos y a los líderes de Israel para oír lo que Jehová había revelado. Moisés invocó una vez más a los cielos y a la tierra como testigos contra Israel. Después de su muerte, cuando las maldiciones del pacto vinieren sobre Israel, el pueblo tendría no solamente la ley que serviría como un testigo de la desobediencia de la nación, sino también un cántico memorial, un cántico que sería proclamado de generación en generación. Tanto las palabras de la ley como las palabras del cántico de Moisés serían testigos de que Israel había hecho lo malo antes los ojos de Jehová, enojándole con la obra de [sus] manos .
El cántico de Moisés
Introducción al cántico
El cántico de Moisés fue escrito bajo la orden de Jehová, para ser enseñado al pueblo de Israel y para ser transmitido a las futuras generaciones de israelitas. El propósito del cántico era enseñar al pueblo la necesidad de obedecer las demandas del pacto y la consecuencia de la desobediencia. Todas las veces que los israelitas recitaran las palabras de este cántico, recordarían que el castigo que Dios infligiría al pueblo sería por causa de la desobediencia y violación del pacto. Por esta razón, este cántico sería testigo, contra Israel, de que ellos habían abandonado a Jehová para servir a otros dioses.