Deuteronomio 31: Josué es instalado como sucesor de Moisés

Moisés exhortó al pueblo a no desanimarse. El nuevo líder necesitaría el apoyo del pueblo y el pueblo necesitaría aprender a confiar en el nuevo líder. El pueblo tenía que ser fuerte y valiente. El mismo Dios quien en el pasado había dado la victoria a Israel prometía estar con ellos una vez más. Moisés exhortó a Josué con las mismas palabras que había exhortado al pueblo: ¡Esfuérzate y sé valiente! Esta exhortación sirvió para afirmar públicamente a Josué como el líder de la nación y para declarar que Jehová estaría tanto con el pueblo así como con Josué después de la muerte de Moisés. Más tarde, después de la muerte de Moisés, en vísperas de cruzar el río, Jehová comisionó a Josué con estas mismas palabras.

Esta exhortación de Moisés sirvió como un reto a Josué y a la nueva generación de israelitas a confiar en la fidelidad de Jehová. Por años Moisés había sido el líder supremo de Israel. El pueblo había aprendido a depender de él para la mediación de la palabra de Dios. La nueva generación de israelitas tenía que aprender a confiar en Josué así como habían confiado en Moisés. Junto con Josué, el nuevo Israel se preparaba para cruzar el Jordán y recibir de las manos de Jehová la herencia que él había prometido a los patriarcas.

Verdades prácticas

1. Hoy día la importancia de aceptarse a sí mismo es un tema de moda. Josué y Moisés aceptaron sus propios papeles en la vida.

2. Es importante aceptar nuestra personalidad dándonos cuenta de que somos creación de Dios. La aceptación de nuestras habilidades y aun debilidades no debe ser un mero humanismo.

3. Cristo es el profeta mayor que Moisés. El es la mejor expresión de cómo el ser humano debe vivir.

La lectura del pacto

Después de la elección del nuevo líder de Israel, Moisés presenta la ley a los sacerdotes y a los ancianos para que la palabra de Dios fuera preservada para las futuras generaciones de israelitas. La ley o torah que Moisés entregó a los sacerdotes era probablemente el código deuteronómico. La referencia a la torah aparece frecuentemente en Deuteronomio. Aquí dice que Moisés escribió la ley. El texto declara que esta ley fue escrita en dos tablas de piedras. Los sacerdotes tenían la responsabilidad de enseñar la palabra de Dios al pueblo de Israel.

Moisés mandó a los sacerdotes a leer la ley cada siete años. Los tratados políticos del antiguo Oriente también tenían una provisión para la lectura pública periódica del pacto. En Israel, los sacerdotes tenían que leer la ley cada siete años durante la fiesta de los Tabernáculos. Esta fiesta era una de las tres grandes fiestas en el calendario judío. Esta fiesta se celebraba anualmente en el séptimo mes. Todo varón israelita tenía que ir al templo anualmente para celebrarla. Pero en el año de la remisión, el año de cancelar las deudas, o sea, cada siete años, todo Israel tenía que congregarse para la lectura de la ley. El libro de Deuteronomio demandaba que los hombres, mujeres, niños y aun los forasteros debían presentarse delante de Jehová, o sea, en el lugar que él había escogido para manifestar su presencia. En Deuteronomio este lugar era Jerusalén, la ciudad donde estaba el templo que Salomón había edificado para la adoración de Jehová.

Ayúdanos a continuar Sembrando La Palabra de Dios

WebDedicado ha sido autorizado a recaudar las donaciones para continuar con La gran Comisión.


Deja el primer comentario