Deuteronomio 31: Josué es instalado como sucesor de Moisés

Deu 31:23 Y dio orden a Josué(F) hijo de Nun, y dijo: Esfuérzate y anímate,(G) pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo.

Lo que sucedió en esta ceremonia privada debe ser considerado como una confirmación de la comisión entregada a Josué ante el propio Jehová . Esta responsabilidad se le había confiado en una ocasión anterior

Josué fue designado para tomar el mando de Israel y guiar al pueblo a la tierra prometida (Moisés no pudo entrar en la tierra debido a su desobediencia. Josué, mencionado por primera vez, había sido el asistente de Moisés durante muchos años. Una de sus cualidades clave era su fe. Fue uno de los doce espías que primero entraron en Canaán, sólo él y Caleb creyeron que Dios podía ayudar a Israel a conquistar la tierra. En dos oportunidades en este capítulo, Moisés anima a Josué a que sea fuerte y valiente. Ciertamente, era una tarea atemorizante cuidar, ayudar a resolver sus disputas y guiar a la batalla a tres millones de personas. Encontrar valor sería una de las pruebas más grandes para Josué. El era fuerte y valiente porque sabía que Dios estaba con él, y tenía fe en que Dios haría todo lo que había prometido a Israel.

Orden de guardar la ley junto al arca

Deu 31:24 Y cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse,

Deu 31:25 dio órdenes Moisés a los levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, diciendo:

Deu 31:26 Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti.

Deu 31:27 Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto?

Deu 31:28 Congregad a mí todos los ancianos de vuestras tribus, y a vuestros oficiales, y hablaré en sus oídos estas palabras, y llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra.

Deu 31:29 Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos.

Moisés sabía que los israelitas, a pesar de todo lo que sabían que Dios había hecho, llevaban la rebeldía en su corazón. Merecían el castigo de Dios, aun cuando en vez de eso, con frecuencia, recibían la misericordia de Dios. Nosotros también somos testarudos y rebeldes por naturaleza. A lo largo de nuestra vida luchamos con el pecado. No es suficiente arrepentirnos una vez al mes o una vez a la semana. Debemos continuamente apartarnos de nuestros pecados y permitir que la misericordia de Dios nos salve.

Cántico de Moisés

Deu 31:30 Entonces habló Moisés a oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo.

El mandato central de este capítulo es que se lea regularmente el pacto, se escriba el cántico del testimonio, sea enseñado a Israel, y se sitúen fuera del arca los documentos del pacto. Todo ello implicaba la preocupación de que Israel olvidara su pacto con Dios y lo rompiera.

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