La exclusión de los edomitas y de los egipcios de la congregación de Jehová no debía ser permanente. Los israelitas no podían rechazar a los edomitas permanentemente porque ellos eran parientes. Los edomitas eran los descendientes de Esaú, el hermano de Jacob, el progenitor de los israelitas. Los egipcios no podían ser excluidos permanentemente, porque los israelitas vivieron como extranjeros (gerim) en su tierra. Aun cuando los egipcios oprimieron a los israelitas por muchos años, Israel tenía que acordarse de que los egipcios fueron generosos con José y su familia, y que durante la hambruna que hubo en Canaán en los días cuando Jacob y su familia vivían en la tierra, los egipcios alimentaron a los israelitas y por su generosidad Israel no pereció. Por lo tanto, los edomitas y los egipcios debían ser excluidos solamente por tres generaciones. Después de la tercera generación, los edomitas y los egipcios podían participar de la congregación de Jehová.
Higiene personal
Estas dos leyes están relacionadas con las campañas militares del ejército israelita y con la necesidad de mantener el campamento libre de impurezas. Las leyes discuten los problemas de higiene personal y pública.
El primer caso de impureza se refiere al soldado que tiene una emisión nocturna. Aun cuando la emisión fuese involuntaria e inconsciente, la emisión del semen hacía al soldado impuro. Craigie cree que la referencia aquí no es a una emisión del semen, así como la referencia en Levítico hace claro, sino de un soldado que orina en la noche involuntariamente o voluntariamente, porque estaba muy cansado para ir fuera del campamento. Según Craigie, esta sugerencia está de acuerdo con el segundo caso en los vv. 12-14. La impureza ritual causada por la emisión, forzaba al hombre a salir del campamento hasta la tarde. Al final de aquel día, él tenía que lavarse para entrar al campo al anochecer, en el principio del día siguiente.
El segundo caso es el caso de defecación pública. Cuando un soldado tenía la necesidad de satisfacer sus necesidades personales, era necesario tener un lugar fuera del campamento para esto. Los líderes del ejército israelita tenían que proveer letrinas fuera del campamento. Como parte de su equipo, cada soldado tenía que cargar una estaca para hacer con ella un hoyo en la tierra para cubrir los excrementos. Esta ley no menciona la necesidad del baño ritual porque la defecación no era considerada una impureza ritual si uno seguía la manera correcta de mantener la pureza del campamento. Si un soldado defecaba dentro del campo entonces era necesario seguir un proceso de purificación.
La razón para esta legislación requiriendo la necesidad de mantener la pureza del campamento era porque Jehová estaba en el campo con el ejército israelita, moviéndose entre los soldados para traer la victoria contra los enemigos. El AT declara que en tiempo de batallas, Israel salía a la cabeza del ejército para luchar por su pueblo. La presencia de Dios en el campamento para proteger a su pueblo hacía del campamento un lugar santo. El símbolo de la presencia de Dios con el pueblo era el arca del pacto. La impureza del campamento hace a Dios ver cosa indecente. La palabra heb. traducida por indecente generalmente se traduce “desnudez” y probablemente se refiere a los genitales. La violación de esta estipulación ofendía a Dios y causaba su salida del campamento.
Los oprimidos
Aunque el comercio de la esclavitud ha terminado en prácticamente todas partes del mundo, todavía existen distinciones que se basan en el color, la raza, la nacionalidad y las clases distintas de las personas. Y todavía existe la discriminación que se basa en estas diferencias. Muchas personas se encuentran en circunstancias difíciles, no por actos que ellos han provocado, sino por haber nacido en condiciones de pobreza o de una raza o un color que sufre opresión. La ley deuteronómica trata de combatir estas condiciones, dando instrucciones en casos de esclavos extranjeros que se encuentran en crisis por el hecho de haber escapado de su amo. Esto nos llama a una simpatía por los oprimidos que padecen necesidades en nuestro medio.
Leyes humanitarias
El esclavo fugitivo. La ley del esclavo fugitivo está vinculada con la relación que Israel tenía como pueblo de Dios. Cuando Israel estaba en Egipto ellos fueron considerados extranjeros (gerim) por los egipcios y por esta razón Israel tenía que tener compasión de un extranjero que entraba en Israel como un esclavo fugitivo. El esclavo que escapaba de otra nación para encontrar refugio y ayuda en Israel no podía ser regresado a su dueño. Como pueblo especial de Jehová y como una nación redimida de la esclavitud en Egipto, Israel, un pueblo que conocía el dolor de la esclavitud, tenía que acordarse de que ellos también habían sido esclavos. Israel había sido liberado por Jehová de la esclavitud para nunca más volver a sus dueños. Así debía Israel tratar al esclavo fugitivo. Sus días de esclavitud habían terminado y ahora debía empezar una nueva vida. El era un hombre libre, una persona que había decidido vivir su nueva vida bajo la protección de las leyes de Israel. Un esclavo fugitivo que procuraba santuario en Israel podía vivir en el lugar que él escoja. Ningún israelita podía explotarlo u oprimirlo.
Esta ley prohibiendo la extradición de un esclavo fugitivo contradice la costumbre legal del antiguo Oriente. La ley de Hamurabi decretaba la pena de muerte para la persona que no regresaba un esclavo fugitivo. En los pactos políticos entre las naciones era costumbre introducir una ley forzando a una nación a regresar a otra nación un esclavo fugitivo. Pero Israel tenía un pacto con Jehová. Además, la memoria de que Israel había sido esclavo en Egipto motivaba a los israelitas a tener compasión de cada persona que procuraba la protección de la comunidad.