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Deuteronomio 23: Los excluidos de la congregación

Deu 23:1 No entrará en la congregación de Jehová el que tenga magullados los testículos, o amputado su miembro viril.

Deu 23:2 No entrará bastardo en la congregación de Jehová; ni hasta la décima generación no entrarán en la congregación de Jehová.

Deu 23:3 No entrará amonita ni moabita en la congregación de Jehová,(A) ni hasta la décima generación de ellos; no entrarán en la congregación de Jehová para siempre,

Deu 23:4 por cuanto no os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte.(B)

Deu 23:5 Mas no quiso Jehová tu Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición,(C) porque Jehová tu Dios te amaba.

Deu 23:6 No procurarás la paz de ellos ni su bien en todos los días para siempre.

Deu 23:7 No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque forastero fuiste en su tierra.

De acuerdo con la tradición hebrea, los edomitas eran descendientes de Esaú

Deu 23:8 Los hijos que nacieren de ellos, en la tercera generación entrarán en la congregación de Jehová.

Leyes sanitarias

Deu 23:9 Cuando salieres a campaña contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala.

Estos versículos se ocupan de la admisión de alguien a la congregación , en este caso a Israel como una comunidad de creyentes. El equivalente griego es eklesia la palabra utilizada en el NT para designar a la congregación local de creyentes. Las razones exactas para estas prohibiciones no son ya comprensibles.

En las tribus del desierto se permite cierta incorporación progresiva de elementos alógenos, que poco a poco son asimilados a la nueva tribu. Esta nacionalización la encontramos en Israel desde los tiempos del desierto. Se admite al extranjero a comer la Pascua con el pueblo hebreo; la familia madianita de Jetró es incorporada a la comunidad israelita, y también los calebitas, pertenecientes a los quíneos. Sin embargo, la incorporación a Israel tiene especiales exigencias, ya que se trata no sólo de nacionalizarse civilmente, sino aun religiosamente, con todos los derechos y deberes inherentes a una comunidad teocrática. La dignidad de esta sociedad preferida de Yahvé exigía que se excluyeran los que llevaban una infamia social, como los eunucos. Era una nota infamante, que los hacía indignos de la comunidad teocrática. Entre los paganos existía la costumbre de mutilarse, por razones religiosas, en ciertos cultos, como los de Cibeles, aparte de la costumbre bárbara de mutilar a los guardianes de los harenes. En las cortes de los reyes de Israel no faltan estos hombres mutilados, sin duda para imitar a las corrompidas cortes extranjeras. El profeta anuncia en los tiempos mesiánicos la rehabilitación de los eunucos, los cuales serán incorporados a la nueva sociedad teocrática.

Por razones similares de dignidad se excluyen de la comunidad israelita los mamzer, o espúreos, fruto de una unión fornicaria o incestuosa. Sólo después de diez generaciones quedarán lavados de esta infamia.

Los amonitas y moabitas, por no haber socorrido a los israelitas cuando pasaban por su tierra camino de Canaán, son también excluidos. Estas dos poblaciones tenían, según la Biblia, un origen incestuoso de Lot, sobrino de Abraham. Además, los moabitas contrataron los servicios de Balaán para maldecir a Israel. Por estas razones estos dos pueblos no serán asimilados a los israelitas ni a la décima generación.

En cambio, respecto de los edomitas y egipcios, el deuteronomista es más benigno, pues pueden ser admitidos a la comunidad israelita a la tercera generación. En realidad, los edomitas se portaron mal con los hebreos, pues les negaron el paso innocuo. Las relaciones hostiles continuaron por mucho tiempo, pero en determinadas épocas estas relaciones mejoraron, y quizá un reflejo de ellas sea esta ordenanza benévola. Lo mismo hemos de decir respecto de las relaciones con los egipcios.

Deu 23:10 Si hubiere en medio de ti alguno que no fuere limpio, por razón de alguna impureza acontecida de noche, saldrá fuera del campamento, y no entrará en él.

Deu 23:11 Pero al caer la noche se lavará con agua, y cuando se hubiere puesto el sol, podrá entrar en el campamento.

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