]Deu 22:1 Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu hermano.
Deu 22:2 Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres, lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolverás.
Deu 22:3 Así harás con su asno, así harás también con su vestido, y lo mismo harás con toda cosa de tu hermano que se le perdiere y tú la hallares; no podrás negarle tu ayuda.
Deu 22:4 Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino, no te apartarás de él; le ayudarás a levantarlo.(A)
Un individuo no debe ignorar lo que ve cuando descubre que el animal de su vecino se ha extraviado. Por el contrario, debe recogerlo y devolverlo a su dueño. Este estatuto es contrario a la tendencia humana de no involucrarse en dificultades ajenas.
Los hebreos debían cuidar y regresar los animales o las pertenencias perdidas a su propietario legítimo. En el mundo, en contraste, la regla es: «lo que te encuentres es tuyo». Para ir más allá de esta regla podemos proteger la propiedad de los demás y esto nos evitará que nos volvamos envidiosos y codiciosos.
Estas prescripciones, más que preceptos jurídicos, son preceptos morales, inspirados en los sentimientos de buena vecindad. En parte, ya se encuentran en Ex 23:45, aunque en este pasaje se trata de animales del enemigo1. El deuteronomista, en cambio, se refiere a los pertenecientes a los compatriotas o hermanos. Quiere inculcar, ante todo, el espíritu de solidaridad como base de la vida social.
Deu 22:5 No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
El principio básico que aquí se presenta es que el hombre y la mujer deben honrar la dignidad de su propio sexo y no intentar adoptar la apariencia y el papel que al otro le corresponde.
Este versículo ordena a los hombres y a las mujeres que no inviertan sus papeles sexuales. No es un versículo acerca de la manera de vestir. Actualmente el rechazo de los papeles es muy común, hay hombres que quieren convertirse en mujeres y mujeres que quieren convertirse en hombres. No es la forma de vestir lo que ofende a Dios, sino el usar esta forma para actuar el rol del otro sexo. Dios tuvo propósitos específicos para hacernos originalmente hombre y mujer.
Deu 22:6 Cuando encuentres por el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomarás la madre con los hijos.
Deu 22:7 Dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días.
Esta ley enseñó a Israel un principio básico para la protección de los recursos naturales.