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Deuteronomio 21: Expiación de un asesinato cuyo autor se desconoce

Trato de una mujer cautiva

Esta sección introduce otra ley relacionada con la práctica de la guerra. Las palabras que introducen la ley que regula el trato de una mujer capturada en la guerra son las mismas que aparecen en 20:1 para introducir las leyes regulando la conducta de la guerra. Es posible que los enemigos mencionados aquí no eran los cananeos, porque desde la perspectiva deuteronómica, los cananeos debían ser completamente destruidos por Israel durante la invasión de Canaán. Posiblemente, la persona mencionada era una mujer que iba a ser hecha prisionera en una de las guerras de Israel contra las naciones vecinas. Según las culturas del antiguo Oriente, las mujeres conquistadas en la guerra eran parte del botín de guerra. A los israelitas les era permitido tomar a las mujeres y niños como botín de guerra y en casos excepcionales, un israelita podía tomar a una mujer cautiva para ser su esposa. Sin embargo, si algún soldado deseaba tomar una de las mujeres cautivas para ser su esposa, la mujer tenía que cumplir diversas condiciones.

Primeramente, era llevada a la casa de su nuevo dueño para ser integrada a su familia. En segundo lugar, tenía que participar de un ritual de purificación. Como parte de este ritual, la mujer tenía que rapar su cabeza, arreglar sus uñas y quitarse el vestido con el cual fue capturada. Estas acciones representaban una renuncia de su vida antigua y de las costumbres de su país. Este ritual también representaba su preparación para entrar a una nueva vida, a una nueva patria y a un nuevo hogar.

Además de estas acciones simbólicas, la mujer cautiva tenía que lamentar por un mes a su padre y a su madre. La expresión hará duelo lit. significa “llorar”, “lamentar”. Esta lamentación por la patria perdida y por la separación de su padre y su madre servía para declarar que, para ella, la vida antigua había pasado y que ahora empezaba a vivir una nueva vida. Su nueva vida incluía abandonar su antigua vida religiosa para adoptar la religión de su esposo y abandonar su dios para aceptar al Dios de Israel.

Después de este período de purificación, el hombre israelita podía tomar a la mujer cautiva como su esposa y consumar el matrimonio. La ley deuteronómica establecía una provisión especial para garantizar el derecho de la mujer que fue sacada de su país como prisionera de guerra e incorporada a la casa de un israelita por medio del matrimonio. Esta provisión una vez más revela el espíritu humanitario del deuteronomista y su deseo de elevar la situación social de la mujer israelita.

Si después del matrimonio el esposo despreciaba a su esposa y decidía divorciarse de ella, él no podía tratarla como una esclava. La expresión y ella no te agrada también aparece en la ley acerca del divorcio. Esta provisión de la ley deuteronómica tenía la finalidad de proveer derechos para la mujer divorciada, aun cuando fuera una extranjera. No podía ser considerada propiedad de su esposo ni ser vendida. Tenía el mismo derecho que una mujer israelita. La expresión la dejarás ir libre significaba que ella salía de la casa de su esposo no como una esclava vendida, sino como una mujer divorciada, pero al mismo tiempo libre. La carta de divorcio garantizaba a la mujer una posición de independencia en la sociedad israelita. Si el esposo no deseaba dar a su esposa la carta de divorcio y decidía mantenerla en su casa, él no tenía derecho de tratarla con brutalidad. La palabra traducida deshonrado aparece para indicar abuso sexual. El deuteronomista considera que la mujer usada y abusada por su esposo, era digna de la protección de la ley.

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