Este país tan acostumbrado a fiestas y canciones populares se convertirá en un país de luto. La imagen que Amós invoca de nuevo es la muerte de los primogénitos de Egipto; sin embargo, esta vez serán los hijos únicos. Una vez más Amós hace referencia al “día de Jehová” que menciona por primera vez en el capítulo cinco.
Hambre y sed de la Palabra de Dios
Estos versículos nos demuestra el enorme poder oratorio de Amós. El hambre más grave no se satisface con carne y pan. Esta gente tenía todo; no había lujos del Medio Oriente que ellos no pudieran comprar. Pero en su corazón había un espacio grande. Deseaban escuchar una palabra genuina de Dios. Sus profetas y sacerdotes falsos decían siempre lo que más les agradara, pero la gente supo que esto no era una palabra de Dios. Al fin se quedarían absolutamente solos. No sabían qué hacer ni cuál dirección debían tomar y no había ninguna palabra de Dios para orientarlos.
Esta nación, distinta de las demás, se fundó sobre la Palabra de Dios. Dios les había ordenado todo: lo que debían comer, cómo debían vestirse, los animales que debían domesticar, cómo debían vivir, cómo debían tratar a los ancianos, a los enfermos y a los extranjeros. ¡Y ahora, nada! Dios había retirado su consejo, su enseñanza, su Palabra, dejándolos a su suerte, sin una palabra de consejo, de orientación. Es muy interesante que son los jóvenes los que más se sienten abandonados. Tienen la vida por delante y no saben qué hacer. Todo esto en un pueblo que dependía exclusivamente de la Palabra de Dios Sus peregrinaciones a Samaria, Dan y Beerseba no solamente serían inútiles; ellos morirían junto a los ídolos que nada podrían hacer para salvarlos. Amasías le había prohibido a Amós proclamar la Palabra de Dios en Samaria y Betel; llegaría el momento cuando la generación se diera cuenta de la gran verdad: “no solo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca del Señor”. Hoy en día, como en la época de Amós, muchas personas en realidad desean una palabra de Dios para orientar su vida pero no saben donde hallarla. Debemos predicar y enseñar el significado de Joh_8:31-32. La Palabra de Dios nos orienta hacia la liberación del pecado y la vida que solamente Cristo puede darnos.
Lo más triste es que en el caso de esta profecía el resultado de esta hambre por la Palabra de Dios es la muerte. Ellos jurarían por los santuarios humanos en lugar de buscar al Dios de toda la creación. Los musulmanes todavía juran “por el camino sagrado a la Meca”. A través de los siglos el ser humano ha pensado que la manera de obtener una bendición especial es hacer un peregrinaje a algún santuario renombrado. En el caso de Israel iban a Dan, Betel, o al extranjero, a Beerseba. Fuera donde fuera, no les sería de ningún beneficio porque caerían junto a los templos y nunca más se levantarían.