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Amós 6: La destrucción de Israel

Cinco visiones y una promesa gloriosa

Las “visiones” de Amós que se encuentran en estos capítulos son en realidad sueños proféticos o pesadillas sobre el futuro.

En un sentido, estas visiones representan las credenciales del profeta. No predicó por deseo de predicar, sino por una obligación poderosa que no pudo eludir. Es interesante que todas están relacionadas con acontecimientos de la vida diaria. Otra persona pudiera haberlas visto sin darles mayor importancia. Amós, por otro lado, vio la mano de Dios obrando en los hechos de la vida diaria. Esto es de suma importancia para entender los motivos detrás de la actuación de Amós.

La plaga de langostas y el fuego

Esta clase de plaga era uno de los peores azotes para los agricultores del Medio Oriente. Es más, esta plaga atacó el cultivo después de que el pueblo había entregado la primera siega, o sea lo mejor, como impuesto al rey para alimentar los caballos de la caballería real. Amós intercede por el pueblo, no en base a sus méritos, sino debido a su debilidad como nación pequeña sin muchos recursos. Amós sabía que Dios los había rescatado de la esclavitud y tenía mucha compasión por las viudas, los huérfanos y los pobres.

El verbo en 7:3 no es arrepentirse en el sentido de lo que hace un pecador sino najam que significa “desistir, tener compasión, lamentar, cambiar de opinión”. En las 36 veces que se emplea esta palabra najam en el AT, en 30 se refiere a Dios. En este texto Dios no perdona a los israelitas sino que desiste de aplicar su castigo bien merecido por su compasión como Padre.

El segundo caso es muy semejante. Un incendio impulsado por un viento fuerte amenaza destruir las viviendas y los campos y ni aun el empleo del agua subterránea podría apagarlo. Las palabras el gran océano se refiere a las “aguas debajo de la tierra” sobre las cuales descansaba la tierra según la cosmología de los hebreos. Si este fuego consumiera estas aguas, la tierra no tendría base para sostenerse; ¿continuaría existiendo el mundo? Esta vez la intercesión de Amós es ante la posibilidad de un desastre de tan grandes proporciones que la nación no podría levantarse nunca para volver a la vida normal. La compasión de Dios se ve de nuevo en la frase No será esto tampoco.

El papel de intercesión del profeta

Se suele pensar que la función del profeta se limita a la confrontación del pueblo con el mensaje de Dios, con el llamamiento de cambiar su manera de vivir y seguir las enseñanzas del Señor. En esta función el profeta habla en nombre de Dios, dando su mensaje de amonestación y su llamado a arrepentirse.

Sin embargo, Amós nos muestra la importancia del papel de la intercesión del profeta. En estos pasajes vemos que el profeta también habla en nombre del pueblo y a favor del pueblo. El profeta también es un defensor y mediador por las necesidades del pueblo.

La compasión de Dios puede ser conmovida por la oración a favor del necesitado. Este pasaje nos enseña que aun en las circunstancias que demandarían castigo, Dios se inclina hacia la misericordia y la gracia. La ira de Dios no es la manifestación preferida que él quiere dar al hombre por su pecado, aunque tiene que usarla cuando el hombre no responde a su llamamiento.

Los esfuerzos para confrontar la injusticia no pueden ser separados de las oraciones por la misericordia de Dios, a pesar de la injusticia que se haya cometido.

La acción social y la oración intercesora deben ir juntas. De esta manera lo que podemos hacer nosotros a favor de nuestro prójimo se combina con nuestros ruegos a Dios por la acción de su misericordia.

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