Amós 3: 1 Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así:
Sucesivos oráculos estarán específicamente dirigidos contra Israel para poner en evidencia su pecado y el juicio de Dios.
Oíd esta palabra : Fórmula utilizada por Amós para proclamar el mensaje divino, específicamente destinado a los hijos de Israel
Amós 3:2 A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades.
A vosotros solamente he conocido : Esto se expresa en la palabra hebrea «conocer». Se trata de algo más que un problema cognoscitivo, porque Dios se mantiene al tanto de lo que sucede en todas las naciones, como Amós lo demuestra en 1.2-2.3. Aquí denota interés, piedad, simpatía y preocupación. A causa de este vínculo especial, a Israel le corresponde una responsabilidad especial.
Dios escogió a Israel para que fuera el pueblo por medio del cual otras naciones del mundo lo conocerían a El. Hizo esta promesa a Abraham, padre de los israelitas. Israel no tuvo que hacer nada para que fuera el escogido; Dios le dio este privilegio especial porque así quería hacerlo, no porque se merecieran un trato especial. La soberbia por su posición privilegiada, sin embargo, endureció el corazón de Israel para cumplir con la voluntad de Dios y con el compromiso hacia los demás.
Amós 3:3 ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?
Amós formula una serie de preguntas retóricas que involucran conocidas relaciones de causa-efecto (versículos 3-6), destinadas a atraerse el ánimo de la gente, y sentar las bases para una explicación (versículos 7, 8) de sus terribles predicciones.
Amós demuestra cómo dos sucesos pueden interrelacionarse, y usa para ello una serie de preguntas retóricas. una vez que, el primero de los eventos suceda, el segundo lo seguirá. Amós estaba demostrándoles que la revelación de Dios a él era una señal segura de que el castigo sobrevendría.
Amós 3:4 ¿Rugirá el león en la selva sin haber presa? ¿Dará el leoncillo su rugido desde su guarida, si no apresare?
Amós 3:5 ¿Caerá el ave en lazo sobre la tierra, sin haber cazador? ¿Se levantará el lazo de la tierra, si no ha atrapado algo?
Amós 3:6 ¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho?
Dios mismo enviaría el desastre a Israel. Asdod era una ciudad filistea y el lugar donde se encontraba el templo de Dagón, un dios pagano.
Amós 3:7 Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.
revele, galah: Descubrir, develar, abrir, mostrar abiertamente, desnudar, exponer; salir al exilio o marcharse. En esta referencia, galah tiene que ver con la develación, exposición, revelación, descubrimiento y apertura de los planes secretos del Señor a los profetas, quienes son sus siervos. Otros usos de galah incluyen «descubrir» o «ver» la desnudez de un pariente; «marcharse» o «salir» hacia la cautividad, como si tal marcha o salida implicara el privar la vida de bendiciones; y la «salida» (literalmente «despojar») de Israel de la gloria de Dios.
Aun en su ira, Dios es misericordioso; siempre le advirtió a su pueblo por medio de los profetas antes de castigarlo. Las advertencias acerca del pecado y del castigo se aplican a la gente de hoy de la misma manera que para Israel. Debido a su advertencia es que no tendremos excusas cuando sobrevenga el castigo. No tome a la ligera las advertencias de la Palabra de Dios acerca del castigo. Dios se valió de los profetas para advertirle a su pueblo, para que este no disputara, ni se quejara al llegar el momento del castigo. Pero el pueblo no quería arrepentirse. Sus advertencias son una forma en la que El les muestra su misericordia.