Este pasado martes, lleve a mami a una cita medica de rutina. Salimos muertas de hambre. Estuvimos alrededor de 5 horas esperando a que la atendieran. Así que, nos fuimos directamente a comprar nuestro almuerzo cena. Cuando vimos la fila del servi carro le dije a mami que avanzaría mas bajándome y hacer la fila adentro para avanzar mas. Me volteo y justo detrás de mi, había una anciana, la miro y me sonrío con ella. Por alguna razón me miro sorprendida y me devolvió también una sonrisa.
Se acerca a mi oído y me dice que yo era muy bonita y que mi cutis era bello ( sin saber la batalla con la que aun lidio con mi autoestima). Le susurro un gracias. (Ya nos vamos haciendo cómplices) Y le digo que ella también lo era. Se me acerca aun mas y me dice que tenia 82 años y cáncer en sus intestinos. Por encima de su ropa, me muestra su bolsa colectora. Trato de reponerme y me dice que decidió que le colocaran una bolsa colectora a tener que recibir quimioterapia y radioterapia. Llega mi turno de hacer mi pedido. (Obvio me tengo que alejar un poco de ella) . Cuando me entregan la comida, me le acerco, la abrazo y le doy un beso de despedida. Ella se afligió y yo me sentí feliz. Me pregunté, cuanto tiempo llevaría esta anciana sin poder desahogar sus vivencias?
Cuánto tiempo habría pasado esperando un abrazo y un beso sincero de amor y compasión ante su situación? Las cosas no pasan por casualidad, felizmente me hubiera quedado con mami esperando nuestro turno en el servi carro. Pero Dios tenia otros planes para mi. El quería que yo practicara su « Fuiste hecho a imagen y semejanza de Dios». Ayer Carlos A. Avilés compartió conmigo una reflexión sobre como emular a Dios practicando ese llamado de vivir a su imagen y semejanza. En nuestra conversación, compartimos vivencias muy parecidas y me dijo:» Oye,a mi me pasa lo mismo» .
Vivimos sin mirar a nuestro lado con nuestras gríngolas puestas, indiferentes a regalar una sonrisa o a entablar una conversación con esa persona que está cercana, ya sea en una larga fila en el banco, supermercado, etc.. Nos concentramos mas en mirar su posible estatus social, ropa, comportamiento, y nos olvidamos que esa persona podría estar viviendo un problema físico, emocional, legal, económico o familiar. Es ahí donde olvidamos el « Fuiste hecho a imagen y semejanza de Dios». Esto no es un llamado, es solo un « re evalúate» . Estoy segura de que tocaras muchos corazones que posiblemente puedas cambiar o simplemente alegrar, con solamente regalar una sonrisa o compartir una pequeña conversación, mientras hacemos fila en nuestro caminar por la vida.
Elba Quintana Inglés