2 de Samuel 22:1 Cántico de liberación de David[a] (Sal 18 título, 1-50) Dirigió David a Jehová las palabras de este cántico el día que Jehová lo libró de manos de Saúl y de todos sus enemigos.
Aquí David reflexiona sobre el poder y la obra que Dios ha realizado a través de su vida y la de su reino.
David era un gran músico que tocaba su arpa para el rey Saúl, instituyó los programas de música en el templo, y escribió más salmos que ningún otro. El escribir una canción como esta no era usual en David. Este himno real de gratitud es casi idéntico al Salmo 18.
2 de Samuel 22:2 Dijo: «Jehová es mi roca, mi fortaleza y mi libertador;
2 de Samuel 22:3 Mi Dios, fortaleza mía, en él confiaré;mi escudo y el fuerte de mi salvación,mi alto refugio, mi salvador. De violencia me libraste.[b]
Según otras traducciones de la Biblia, David llama a Dios «el cuerno de mi salvación», refiriéndose a la fuerza y a la protección defensiva que tienen los animales en sus cuernos. Dios había ayudado a David a vencer a sus enemigos, y lo había rescatado de sus adversarios.
2 de Samuel 22:4 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,y seré salvo de mis enemigos.
2 de Samuel 22:5 »Me envolvieron las olas de la muerte,me atemorizaron torrentes de perversidad.
2 de Samuel 22:6 Me rodearon los lazos del seol. Tendieron sobre mí lazos de muerte.[c]
2 de Samuel 22:7 En mi angustia invoqué a Jehová,a mi Dios clamé y escuchó mi voz desde su templo. Mi clamor llegó a sus oídos.[d]
2 de Samuel 22:8 »La tierra fue sacudida y tembló,se conmovieron los cimientos de los cielos. Se estremecieron porque él se indignó.[e]
Aunque obviamente se trata de una caracterización poética, David afirma que su plegaria a Dios tuvo efectos monumentales tanto en la tierra como en el cielo.
2 de Samuel 22:9 Humo subió de su nariz,y de su boca un fuego abrasador que lanzaba carbones encendidos.
2 de Samuel 22:10 Inclinó los cielos y descendió; había tinieblas debajo de sus pies.
2 de Samuel 22:11 Cabalgó sobre un querubín[f] y voló; voló sobre las alas del viento.[g]
Querubín era un ángel poderoso.