2 de Crónicas 33:13 Y cuando oró a El, Dios se conmovió por su ruego, oyó su súplica y lo trajo de nuevo a Jerusalén, a su reino. Entonces Manasés supo que el Señor era Dios.
En una lista de reyes corruptos, Manasés estaría cerca de la cima. Su vida es un catálogo de hechos malvados que incluyeron la idolatría, el sacrificio de sus propios hijos, y la profanación del templo. A la larga, sin embargo, se dio cuenta de sus pecados y clamó por perdón a Dios. Y Dios lo escuchó. Si Dios pudo perdonar a Manasés, con seguridad puede perdonar a cualquiera. ¿Se encuentra agobiado por una culpabilidad abrumadora? ¿Duda que alguien pueda perdonar lo que ha hecho? Anímese, hasta la hora de la muerte, nadie está fuera del alcance del perdón de Dios.
2 de Crónicas 33:14 Después de esto, edificó la muralla exterior de la ciudad de David al occidente de Gihón, en el valle, hasta la entrada de la puerta del Pescado; y rodeó con ella el Ofel y la hizo muy alta. Entonces puso jefes del ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.
2 de Crónicas 33:15 También quitó los Dioses extranjeros y el ídolo de la casa del Señor, así como todos los altares que había edificado en el monte de la casa del Señor y en Jerusalén, y los arrojó fuera de la ciudad.
2 de Crónicas 33:16 Y reparó el altar del Señor, y sacrificó sobre él ofrendas de paz y ofrendas de gratitud; y ordenó a Judá que sirviera al Señor, Dios de Israel.
2 de Crónicas 33:17 Sin embargo, el pueblo aún sacrificaba en los lugares altos, aunque sólo al Señor su Dios.
A pesar de que el pueblo sólo adoraba a Dios, lo adoraba en forma incorrecta. Dios le había dicho que hicieran sacrificios sólo en ciertos lugares. Esto evitaba que pudieran cambiar su forma de adoración y lo protegía contra influencias peligrosas de prácticas religiosas paganas. Desafortunadamente, el pueblo continuó usando estos lugares de adoración, sin darse cuenta de que
(1) estaba adoptando prácticas a las que Dios se oponía, y
(2) estos lugares iban en contra de la Ley de Dios. Estaban mezclando creencias paganas en la adoración a Dios. Mezclar ideas religiosas conduce a la confusión acerca de quién es Dios en realidad. Debemos tener cuidado de que influencias seculares sutiles no distorsionen nuestras prácticas de adoración.
2 de Crónicas 33:18 Los demás hechos de Manasés, y su oración a su Dios, y las palabras de los videntes que le hablaron en el nombre del Señor, Dios de Israel, he aquí, están en los registros de los reyes de Israel.
2 de Crónicas 33:19 También su oración y cómo fue oído, todo su pecado y su infidelidad, y los sitios donde edificó lugares altos y levantó las Aseras y las imágenes talladas antes de humillarse, he aquí, están escritos en los registros de los Hozai.
2 de Crónicas 33:20 Y durmió Manasés con sus padres, y lo sepultaron en su casa; y su hijo Amón reinó en su lugar.
2 de Crónicas 33:21 Amón tenía veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén.