Verdades prácticas Existe una similitud entre la vida de Sansón y la del rey Ocozías. Ambos tenían en un principio el respaldo de Dios. Sansón fue anunciado a sus padres por un “varón de Dios”. Ocozías pertenecía a la estirpe de David, a quien se le había prometido que su lámpara nunca se apagaría.
Pero ambos, Sansón y Ocozías, apagaron sus lámparas, al no ser fieles con la responsabilidad que se les dio. El final de los dos fue desastroso, murieron de forma violenta.
Atalía usurpa el trono
El cronista concluye el capítulo sobre el reinado de Ocozías afirmando que no había quien retuviera el trono. Debe interpretarse: No quedó ningún adulto de su familia, porque sí quedaba Joás. Atalía había eliminado a todo posible heredero, incluyendo sus propios hijos, pero no supo que Josabet, la hija del rey, había escondido a su hermano en el templo por seis años.
Entre tanto, Atalía gobernaba desde el 841 hasta el 835 a. de J.C. La función que desempeñaban los levitas en la arena política era casi desconocida. En 2 de Reyes hay un silencio en cuanto a este papel, excepto el de Joyada en la coronación del rey. El sacerdote Joyada decidió hacer algo para poner fin a casi seis años de incertidumbre política y decadencia religiosa.