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1Reyes 22: Micaías profetiza la derrota de Acab

1 de Reyes 22:1  Micaías profetiza la derrota de Acab[a] (2 Cr 18.1-34) Tres años pasaron sin guerra entre los sirios e Israel.

Acab recaba el concurso de Josafat en su lucha contra Siria. El hijo de Josafat, Joram, se había casado con la hija de Acab, Atalía. En el cap. 15 vemos a Asa reinando en Judá mientras Acab ocupa el trono en el norte; ahora Josafat ha ascendido al trono en el sur.

1 de Reyes 22:2  Aconteció al tercer año, que Josafat, rey de Judá, descendió a visitar al rey de Israel.[b]  

1 de Reyes 22:3  Y el rey de Israel dijo a sus siervos: –¿No sabéis que Ramot de Galaad[c] es nuestra y nosotros no hemos hecho nada para tomarla de manos del rey de Siria?

1 de Reyes 22:4  Luego preguntó a Josafat: –¿Quieres venir conmigo a pelear contra Ramot de Galaad? –Yo soy como tú, mi pueblo como tu pueblo[d] y mis caballos como tus caballos –respondió Josafat al rey de Israel.

1 de Reyes 22:5  Dijo luego Josafat al rey de Israel: –Yo te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová.

Josafat sabiamente insiste en solicitar el consejo divino antes de iniciar la guerra, pero no confía en las palabras de los profetas de Acab, dándose cuenta de que sólo les preocupa decir lo que éste quiere escuchar. Ello confirma la repulsión que siente Acab por Micaías .

1 de Reyes 22:6  Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, unos cuatrocientos[e] hombres, a los cuales dijo: –¿Debo ir a la guerra contra Ramot de Galaad o debo renunciar a ella? –Sube, porque Jehová la entregará en manos del rey –le respondieron ellos.

Estos cuatrocientos profetas pudieron haber sido los cuatrocientos sacerdotes de Asera que Elías dejó con vida en el monte Carmelo, a pesar de que cuatrocientos cincuenta profetas de Baal fueron muertos.

1 de Reyes 22:7  Dijo Josafat: –¿Hay aquí algún otro profeta de Jehová por medio del cual podamos consultar?

Josafat sabía que había una diferencia entre estos profetas paganos y el «profeta de Jehová», de modo que preguntó si había alguno disponible. Era evidente que Josafat quería hacer lo correcto, a pesar de Acab. Sin embargo, ambos reyes menospreciaron el mensaje de Dios y escucharon solo a los profetas paganos.

1 de Reyes 22:8  El rey de Israel respondió a Josafat: –Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová, Micaías hijo de Imla, pero yo lo aborrezco, porque nunca me profetiza el bien, sino solamente el mal. –No hable el rey así –dijo Josafat.

1 de Reyes 22:9  Entonces el rey de Israel llamó a un oficial[f] y le ordenó: «Trae pronto a Micaías hijo de Imla».

1 de Reyes 22:10  El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su silla, vestidos con sus ropas reales,[g] en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria, mientras todos los profetas profetizaban delante de ellos.

1 de Reyes 22:11  Sedequías hijo de Quenaana se había hecho unos cuernos[h] de hierro y gritaba: «¡Así ha dicho Jehová: Con estos cornearás a los sirios hasta acabarlos!».

Antes que Micaías llegara, Sedequías pronuncia una profecía optimista, confirmando las palabras de los profetas de Acab.

1 de Reyes 22:12  Todos los profetas profetizaban de la misma manera y decían: «Sube a Ramot de Galaad y serás prosperado, porque Jehová la entregará en manos del rey».

1 de Reyes 22:13  El mensajero que había ido a llamar a Micaías le dijo: –Mira que las palabras de los profetas a una sola voz anuncian al rey cosas buenas; que tu palabra sea ahora como la palabra de alguno de ellos y anuncia tú también buen éxito.

1 de Reyes 22:14  Micaías respondió: –¡Vive Jehová, que lo que Jehová me hable, eso diré!

1 de Reyes 22:15  Llegó, pues, ante el rey, y el rey le dijo: –Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad o renunciaremos a ella? Él le respondió: –Sube y serás prosperado: Jehová la entregará en manos del rey.

Micaías , en un encuentro muy parecido al de Elías en el monte Carmelo, se puso en pie, solitario, y dijo la verdad . Acab, Josafat y los profetas preferían creer una mentira, en lugar de conocer la voluntad de Dios. El Señor no es padre del engaño; el diablo lo es. De manera que Dios permitió a un espíritu maligno llevar a cabo lo que Satanás siempre intenta hacer.

¿Por qué dijo Micaías a Acab que atacara cuando previamente había hecho un voto de hablar sólo lo que Dios le dijera? Quizá estaba hablando sarcásticamente, burlándose de los mensajes de los profetas paganos al mostrar que estaban diciéndole al rey sólo lo que él quería escuchar. De alguna manera, el tono de voz de Micaías dejó saber a todos que se estaba burlando de los profetas paganos. Cuando el rey lo confrontó, predijo que el rey moriría y que se perdería la batalla. Aun cuando Acab se arrepintió temporalmente, siguió manteniendo su sistema de falsos profetas, los cuales instrumentarían el camino hacia su propia ruina.

1 de Reyes 22:16  El rey le dijo: –¿Hasta cuántas veces he de exigirte que no me digas sino la verdad en nombre de Jehová?

1 de Reyes 22:17  Entonces él dijo: –He visto a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor.[i] Jehová ha dicho: “Estos no tienen señor. Que cada cual vuelva a su casa en paz”.

Jesús utiliza esta metáfora de las ovejas que no tienen pastor en Marcos 6:34.

1 de Reyes 22:18  El rey de Israel dijo a Josafat: –¿No te lo había dicho yo? Ninguna cosa buena profetizará él acerca de mí, sino solamente el mal.

1 de Reyes 22:19  Entonces él dijo: –Oye, pues, la palabra de Jehová: “Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda.[j]

La visión que tuvo Micaías pudo haber sido una imagen de un incidente verdadero en los cielos, o bien una parábola de lo que estaba ocurriendo en la tierra, ilustrando que la influencia seductora de los falsos profetas sería parte del juicio de Dios sobre Acab. Ya sea que Dios enviara un ángel disfrazado o no, utilizó el sistema de los falsos profetas para tender una trampa a Acab en su pecado. El espíritu mentiroso simbolizaba la forma de vida de esos profetas, quienes dijeron al rey sólo lo que él quiso escuchar.

1 de Reyes 22:20  Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Uno decía de una manera y el otro decía de otra.

¿Acaso permite Dios que los ángeles seduzcan a las personas para hacer el mal? Para entender el mal, primero debemos entender a Dios.

(1) Dios mismo es bueno
(2) Dios creó un mundo bueno que cayó debido al pecado del hombre
(3) Algún día Dios volverá a crear el mundo y este será bueno otra vez
(4) Dios es más fuerte que el mal
(5) Dios permite el mal, y por lo tanto tiene control sobre él. Si bien Dios no creó el mal, ofrece ayuda a aquellos que desean superarlo.
(6) Dios utiliza todo, tanto bueno como malo, para sus buenos propósitos

La Biblia nos muestra un Dios que odia todo mal y que algún día acabará con él completamente y para siempre. Dios no induce a ninguno para volverse malo. Aquellos que se comprometen con el mal, sin embargo, pueden ser usados por Dios para que pequen aun más para poder apresurar el juicio que se merecen. No necesitamos entender cada detalle de cómo obra Dios para poder tener una confianza perfecta en su poder absoluto sobre el mal y su total bondad hacia nosotros.

1 de Reyes 22:21  Entonces se adelantó un espíritu, se puso delante de Jehová y le dijo: ‘Yo lo induciré’. Jehová le preguntó: ‘¿De qué manera?’.

1 de Reyes 22:22  Él dijo: ‘Saldré y seré un espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas’. Jehová le dijo: ‘Tú conseguirás inducirlo; ve, pues, y hazlo así’.

1 de Reyes 22:23  Ahora Jehová ha puesto un espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas, y ha decretado el mal en contra tuya”.

1 de Reyes 22:24  Entonces se acercó Sedequías hijo de Quenaana y golpeó a Micaías en la mejilla diciendo: –¿Por dónde se me fue el espíritu de Jehová para hablarte a ti?

Una bofetada en la cara era considerada un insulto horrible. Las palabras de Sedequías implican que creía que su profecía era genuina, no una mentira. El Espíritu de Jehová : Sedequías afirma que su profecía ha sido inspirada por el Espíritu de Dios y reta a Micaías a probar lo contrario. Sólo los acontecimientos futuros traerían la respuesta sobre quién tenía la razón.

1 de Reyes 22:25  Micaías respondió: –Tú mismo lo verás el día en que te vayas metiendo de aposento en aposento para esconderte.

1 de Reyes 22:26  Entonces el rey de Israel dijo: –Toma a Micaías y llévalo ante Amón, gobernador de la ciudad, y ante Joás, hijo del rey.

1 de Reyes 22:27  Tú les dirás: “Así ha dicho el rey: ‘Echad a este en la cárcel y mantenedlo con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz’ ”.

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