1 de Samuel 31:5 Al ver su escudero que Saúl había muerto, él también se echó sobre su espada y murió con él.
1 de Samuel 31:6 Así murió Saúl aquel día, junto con sus tres hijos, su escudero y todos sus hombres.
1 de Samuel 31:7 Cuando los hombres de Israel que estaban al otro lado del valle, con los que estaban más allá del Jordán, vieron que los hombres de Israel habían huido y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron las ciudades y huyeron; entonces vinieron los filisteos y habitaron en ellas.
Y los de Israel : Se podía ver la batalla desde el otro lado del valle. Cuando los habitantes de las ciudades vecinas ven que Israel está derrotado, abandonan los sitios donde residen, entregándoselos a los filisteos.
1 de Samuel 31:8 Y sucedió que al día siguiente, cuando vinieron los filisteos a despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus tres hijos caídos en el monte Gilboa.
1 de Samuel 31:9 Le cortaron la cabeza y lo despojaron de sus armas, y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos, para que llevaran las buenas nuevas a la casa de sus ídolos y al pueblo.
Al templo de sus ídolos : Los filisteos ven esto como un triunfo de sus Dioses. Ellos cuelgan la armadura de Saúl en su templo de la misma manera que David había dedicado la espada de Goliat en el tabernáculo de Nob.
1 de Samuel 31:10 Pusieron sus armas en el templo de Astarot, y ataron su cuerpo al muro de Bet-sán.
El hecho de poner la armadura de Saúl en un templo filisteo dio crédito a la Diosa pagana por la victoria sobre Saúl. Astoret era la Diosa de la fertilidad y del sexo. Bet-sán era una ciudad en una de las laderas al este del monte Gilboa, con vista al valle del Jordán.
1 de Samuel 31:11 Cuando oyeron los habitantes de Jabes de Galaad lo que los filisteos habían hecho a Saúl,
1 de Samuel 31:12 se levantaron todos los hombres valientes, y caminando toda la noche, tomaron el cuerpo de Saúl y los cuerpos de sus hijos del muro de Bet-sán, y volviendo a Jabes, los quemaron allí.
1 de Samuel 31:13 Y tomando sus huesos, los enterraron debajo del tamarisco en Jabes, y ayunaron siete días.
Saúl había salvado a la gente de Jabes de Galaad del amonita Nahas en su primera acción militar como rey. Aquí ellos arriesgan sus vidas para expresar su gratitud y lealtad a Saúl. La distancia entre Bet – san y Jabes de Galaad es de aproximadamente 16 a 18 km.
Considere la diferencia entre el último juez de Israel y su primer rey. Saúl, el rey, se caracterizó por su inseguridad, desobediencia y obstinación. No tenía un corazón para Dios. Samuel, el juez, se caracterizó por su firmeza, obediencia y un profundo deseo de hacer la voluntad de Dios. Tenía un deseo genuino por Dios.
Cuando Dios llamó a Samuel, dijo: «Habla, porque tu siervo oye». Sin embargo, cuando Dios llamó a Saúl a través de Samuel, aquel replicó: «¿Por qué, pues, me has dicho cosa semejante?». Saúl se dedicó a sí mismo, Samuel se dedicó a Dios.