1 de Samuel 20:28 Jonatán respondió a Saúl: –David me pidió encarecidamente que lo dejara ir a Belén.
1 de Samuel 20:29 Me dijo: “Te ruego que me dejes ir, porque nuestra familia celebra sacrificio en la ciudad y mi hermano me lo ha demandado; por lo tanto, si he hallado gracia a tus ojos, permíteme ir ahora para visitar a mis hermanos”. Por esto no ha venido a la mesa del rey.
Mi hermano me lo ha mandado : Era una prerrogativa del hermano mayor organizar estas actividades familiares y ordenar a todos sus miembros que asistieran.
1 de Samuel 20:30 Entonces se encendió la ira de Saúl contra Jonatán, y le dijo: –Hijo de la perversa y rebelde, ¿acaso no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para vergüenza tuya y vergüenza de la madre que te dio a luz?
1 de Samuel 20:31 Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viva sobre la tierra, ni tú ni tu reino estarán firmes. Así que manda ahora a buscarlo y tráemelo, porque ha de morir.
Saúl sabía, lo mismo que Jonatán, que el reino sería dado a David.
1 de Samuel 20:32 Jonatán respondió a su padre Saúl, y le dijo: –¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho?
Saúl todavía estaba tratando de apuntalar su trono para las generaciones futuras a pesar de que ya se le había dicho que su dinastía terminaría con él. Aun peor, lo estaba tratando de hacer por medios humanos, ya que sabía que no obtendría ayuda alguna por parte de Dios. Jonatán pudo haber hecho alguna movida para llegar a ser rey, quizás tratando de matar a su rival, pero dejó pasar esta oportunidad debido a su amor por Dios y por David.
1 de Samuel 20:33 Entonces Saúl le arrojó una lanza para herirlo;[e] de donde comprendió Jonatán que su padre estaba resuelto a matar a David.
1 de Samuel 20:34 Se levantó Jonatán de la mesa con exaltada ira y no comió nada el segundo día de la nueva luna; pues estaba afligido a causa de David, porque su padre lo había ofendido.
1 de Samuel 20:35 Al otro día, de mañana, salió Jonatán al campo, con un muchacho pequeño, a la hora acordada con David.
1 de Samuel 20:36 Y dijo al muchacho: «Corre y busca las flechas que yo tire». Mientras el muchacho iba corriendo, él tiraba la flecha de modo que pasara más allá de él.
1 de Samuel 20:37 Al llegar el muchacho donde estaba la flecha que Jonatán había tirado, Jonatán le gritaba diciendo: –¿No está la flecha más allá de ti?
1 de Samuel 20:38 Y siguió gritando Jonatán tras el muchacho: –Corre, date prisa, no te pares. El muchacho de Jonatán recogió las flechas y volvió adonde estaba su señor.
1 de Samuel 20:39 Pero de nada se enteró el muchacho; solamente Jonatán y David sabían de lo que se trataba.
1 de Samuel 20:40 Luego dio Jonatán sus armas a su muchacho, y le dijo: «Vete y llévalas a la ciudad».
1 de Samuel 20:41 Cuando el muchacho se marchó, David se levantó del lado del sur y se inclinó tres veces postrándose hasta la tierra. Se besaron el uno al otro y lloraron juntos, pero David lloró más.