1 de Samuel 18:9 Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.
1 de Samuel 18:10 Aconteció al otro día, que un espíritu malo[c] de parte de Dios se apoderó de Saúl, y él deliraba en medio de la casa. David tocaba como otras veces. Saúl tenía la lanza en la mano.
Desvariaba bajo la influencia del espíritu malo. El comentario a 16.14 explica lo que pudo haber sido este espíritu malo.
1 de Samuel 18:11 Saúl arrojó la lanza, pensando: «Voy a clavar a David en la pared». Pero David lo evadió dos veces.
Saúl trató de matar a David porque estaba celoso de su popularidad. Aun así, David continuó protegiendo y reconfortando a Saúl. Quizás algunas personas hayan estado celosas de usted y aun lo hayan atacado en alguna manera. Quizás se hayan sentido intimidados por las cosas buenas suyas, las cuales los hacen conscientes de sus propios defectos. Sería natural pagarles con la misma moneda o eludirlos por completo. Una mejor reacción sería hacerse amigos de ellos y pedirle a Dios la fortaleza para continuar amándolos, así como David continuó amando a Saúl.
1 de Samuel 18:12 Temía Saúl a David, por cuanto Jehová estaba con él,[d] y de Saúl se había apartado;
1 de Samuel 18:13 por eso Saúl lo alejó de su lado y lo puso al frente de un millar de hombres. Así David salía y entraba a la cabeza de sus hombres.
1 de Samuel 18:14 David se conducía prudentemente en todos sus asuntos y Jehová estaba con él.
1 de Samuel 18:15 Al ver Saúl que se portaba tan prudentemente, tenía temor de él.
Mientras que la popularidad hizo que Saúl se volviese orgulloso y arrogante, David permaneció humilde, aun cuando la nación entera lo celebraba. A pesar de que David tuvo éxito en casi todo lo que emprendió y se hizo famoso en toda la tierra, no quiso valerse de su popularidad para sacar ventaja contra Saúl. No permita que la popularidad distorsione la percepción que tiene de su propia importancia. Resulta comparativamente fácil ser humilde cuando uno no está en el centro del escenario pero, ¿cómo reacciona usted ante la alabanza y la honra?
1 de Samuel 18:16 Pero todo Israel y Judá amaba a David, pues salía y entraba a la cabeza de ellos.
1 de Samuel 18:17 Entonces dijo Saúl a David: –Voy a darte por mujer a Merab, mi hija mayor, con tal que me seas hombre valiente y pelees las batallas de Jehová. Pero Saúl pensaba: «Que no sea mi mano la que se levante contra él, sino la mano de los filisteos».
La estrategia de Saúl es enviar a David contra los filisteos para que muera en la batalla.
1 de Samuel 18:18 Pero David respondió a Saúl: –¿Quién soy yo, qué es mi vida o la familia de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?
1 de Samuel 18:19 Cuando llegó el tiempo en que Merab, hija de Saúl, debía ser entregada a David, fue dada por mujer a Adriel, el meholatita.
Nada más se sabe de Adriel meholatita , ni de las razones por las cuales Saúl le entregó a su hija en matrimonio. Meholat estaba situada en la ribera occidental del río Jordán, aproximadamente a 36 km al sur del mar de Galilea.