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1 de Samuel 16: David, ungido rey para suceder a Saúl

1 de Samuel 16:1 David, ungido rey para suceder a Saúl (16.1–31.13) Samuel unge a David[a] Dijo Jehová a Samuel: –¿Hasta cuándo llorarás por Saúl, habiéndolo yo rechazado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de entre sus hijos me he elegido un rey.

Isaí de Belén, nieto de Rut y Booz, se hallaba en la línea del pacto de Abraham. Belén está aproximadamente a 16 km de Ramá en territorio de Judá, lo cual colocaba a la monarquía dentro de la línea de la profecía de Genesis 49:10, «no será quitado el cetro de Judá». Me he provisto : Saúl fue la selección del pueblo; Dios le proporcionaría ahora al pueblo alguien que él había seleccionado, «un varón conforme a su corazón». Saúl fue designado comandante o príncipe, mientras que David iba a ser coronado rey .

1 de Samuel 16:2 Samuel preguntó: –¿Cómo iré? Si Saúl lo supiera, me mataría. Jehová respondió: –Toma contigo una becerra de la vacada, y di: “A ofrecer sacrificio a Jehová he venido”.

Toma contigo una becerra : El Señor no está autorizando a Samuel a mentir, pero Samuel debe ofrecer un sacrificio a Jehová y toma un animal con ese propósito. No se le revela a Saúl todo el propósito del viaje de Samuel.

1 de Samuel 16:3 Invita a Isaí al sacrificio y yo te enseñaré lo que has de hacer; me ungirás al que yo te diga.

1 de Samuel 16:4 Hizo, pues, Samuel como le dijo Jehová. Luego que él llegó a Belén, los ancianos de la ciudad[b] salieron a recibirlo con miedo, y le preguntaron: –¿Es pacífica tu venida?

Los ancianos . . . salieron a recibirle con miedo : Ello indica que durante el tiempo del rechazo y la declinación de Saúl, Samuel retenía aún gran parte de su autoridad como juez y como sacerdote.

1 de Samuel 16:5 –Sí, vengo a ofrecer sacrificio a Jehová; santificaos[c] y venid conmigo al sacrificio –respondió él. Luego santificó él a Isaí y a sus hijos, y los invitó al sacrificio.

Samuel santificó a Isaí y a sus hijos para prepararlos para presentarse ante Dios en adoración o para ofrecer un sacrificio. Si desea más información acerca de la ceremonia de purificación.

1 de Samuel 16:6 Aconteció que cuando ellos vinieron, vio él a Eliab, y se dijo: «De cierto delante de Jehová está su ungido».

1 de Samuel 16:7 Pero Jehová respondió a Samuel: –No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. 

Saúl era alto y atractivo. Era un hombre que impresionaba por su buena apariencia. Samuel pudo haber estado buscando alguien que se pareciera a Saúl para ser el siguiente rey de Israel, pero Dios le advirtió que no juzgara sólo por las apariencias. Cuando la gente juzga sólo por las apariencias externas, pueden pasar por alto a individuos que carecen de cualidades físicas particulares que la sociedad admira en ese momento. Pero la apariencia no revela lo que la gente es en realidad, ni sus verdaderos valores.

Afortunadamente, Dios juzga por la fe y el carácter, no por las apariencias. Y debido a que sólo Dios puede ver el interior, sólo El puede juzgar a las personas con precisión. La mayoría de las personas invierten horas cada semana en mantener su apariencia externa. Deberían hacer aún más para desarrollar su carácter interior. Mientras todo el mundo puede ver su cara, sólo usted y Dios saben como es por dentro. ¿Qué pasos está tomando para mejorar la actitud de su corazón?

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