1 de Crónicas 4:43 y destruyeron a los que habían quedado de Amalec, y habitaron allí hasta hoy.
Algunos nombres bíblicos y sus significados
Fares: «el que abre brecha»
Hur : «blanco» o «pálido»
Ezer: «ayuda»
Belén: (heb. Bet y lejem) «casa de pan»
Jabes: «dolor»
María: puede asemejarse al egipcio Marye,»amada», o al hebreo mara, «amargura».
Parece que esta lista tenía para el Cronista el propósito de suplementar la que se encuentra en el capítulo 2, pues viene siendo material adicional sobre los hijos de Fares. Estos descendientes de Judá son importantes para el Cronista, porque precisamente la comunidad judía postexílica se formaba de entre ellos. Nuestro dilema es que se nos da poquísima información biográfica tocante a ellos.
Según la nota de RVA respecto al versículo 3, se nos informa que algunos manuscritos, inclusive la LXX, en lugar de “padres” (así reza el hebreo) se lee “hijos”. Algunas traducciones rezan: “Estos son los hijos del padre de Etam.” Es obvio que esta lectura variante puede ocasionar no poca consternación. Se disipa un poco la neblina cuando se entiende que el término padre puede aludir más bien a “jefes” de Etam. Según 2 de Crónicas 11:6, Etam era una aldea de Judá. Esta no quedaría lejos de Belén.
Una cosa sí es clara; de entre los nombres se destaca uno: el de Jabes (versículo 9). Mientras en 2:55 este nombre figura como un sitio geográfico, aquí alude a una persona. Sin duda alguna, este trozo corto no refleja únicamente datos genealógicos llanos para el Cronista, sino que por ellos afirma su convicción teológica. Esto se revela por un juego de palabras empleado por el escritor. Jabes tiene raíces etimológicas que implican “dolor” o “angustia”. Según el relato, se le puso ese nombre a Jabes porque su madre le dio a luz con mucho sufrimiento. En base a su propio nombre, Jabes ora al Señor para que el dolor no le aflija a él ni a sus tierras. Dios oye su súplica, y resulta ser un hombre muy destacado entre sus hermanos. Este trozo describe la convicción, vista en otras partes de Crónicas también, del poder de la oración. Algunos asocian a la persona con el territorio mencionado en 2:55. En este caso Jabes representaría a Benjamín, pues Jabes era el territorio perteneciente a Saúl, el primer rey de la tribu de Benjamín. El territorio de Saúl incluía a Jabes, y durante su reinado, éste gozó de gran extensión. Para otros, Jabes era una persona bien conocida para los lectores del Cronista, bien por tradición oral o escrita. En la última forma de tradición, ésta habría desaparecido, porque no se tiene conocimiento de ella ahora.
Los nombres incluidos en los versículos 11-15 son tan enigmáticos que la mayoría de los comentaristas los pasan por alto. Se opina en algunas partes que estos nombres representan tribus seminómadas que se movían en esta región de Judá. Esto parece poco probable, ya que se asocian algunos de estos nombres con determinados lugares. Por ejemplo, se menciona a Tejina (versículo 12) padre (léase “fundador”) de la ciudad de Najas. Las tribus seminómadas no suelen fundar ciudades. Además, el versículo 14 alude a Joab como progenitor y jefe de los artesanos. El valle que lleva el nombre Jarasim (léase “artesanos”) implica que este sitio geográfico se conocía por la cantidad de artesanos establecidos allí. Esto también desmiente en parte su carácter de nómadas.
Parece que los hijos de Quenaz (versículo 13) eran otra tribu en el sur que se hizo aliada de la tribu de Judá.
Los versículos 16-23 resultan muy problemáticos en parte, pues hay confusión en el hebreo respecto a sujetos y verbos de las oraciones. Se aprecia un poco en la traducción castellana al ver que ella (versículo 17) no parece tener antecedente. También, en el versículo 18 una sola lista de hijos figuran como descendientes de dos mujeres distintas. Estos problemas reflejan el proceso complejo de colección, redacción y edición de materiales antiguos procedentes de fuentes diversas. El mismo Cronista tendría gran problema para hilvanar y armonizar los datos de sus fuentes de información. Algo de esto se infiere cuando el mismo Cronista advierte: Y los registros (“palabras”) son antiguos (versículo 22b).
Una cosa más se puede decir de este material adicional sobre la tribu de Judá. Algunos de estos nombres representan familias que estaban involucradas en ciertos gremios o cofradías. Su trabajo incluía artesanía en base al lino (versículo 21) y al barro (versículo 23). Los alfareros se destacaban tanto que el mismo rey buscaba sus servicios; el hecho de que estos artesanos vivieran en territorios reales (versículo 23) también afectaría su empleo por el rey. Se sabe que David y otros reyes posteriores tenían muchas posesiones territoriales dentro de varios lugares en Judá. En estos territorios trabajarían estos artesanos.