1 de Crónicas 29:21 Y al día siguiente sacrificaron víctimas al Señor y le ofrecieron holocaustos: mil novillos, mil carneros y mil corderos, con sus libaciones y sacrificios en abundancia por todo Israel.
La libación era una pequeña cantidad de vino que debía ser derramada en los sacrificios que se hacían a Dios como reconocimiento de que El proveía para su pueblo.
1 de Crónicas 29:22 Comieron, pues, y bebieron aquel día delante del Señor con gran alegría. Y por segunda vez proclamaron rey a Salomón, hijo de David, y lo ungieron como príncipe para el Señor, y a Sadoc como sacerdote.
1 de Crónicas 29:23 Entonces Salomón se sentó en el trono del Señor como rey en lugar de su padre David; prosperó y le obedeció todo Israel.
1 de Crónicas 29:24 Y todos los oficiales, los hombres valientes, y también todos los hijos del rey David juraron obediencia al rey Salomón.
1 de Crónicas 29:25 Y el Señor engrandeció en gran manera a Salomón ante los ojos de todo Israel, y le confirió un reinado glorioso como nunca había tenido ningún rey en Israel antes de él.
1 de Crónicas 29:26 David, hijo de Isaí, reinó, pues, sobre todo Israel;
Salomón superó la riqueza y el honor de su padre. El legado de David se originó en su relación vital con Dios, y dio sus valores espirituales como herencia a Salomón. El dinero y el poder que dejamos a nuestros hijos son menos importantes que el legado espiritual que podemos darles. ¿Qué clase de herencia recibirán sus hijos?
1 de Crónicas 29:27 el tiempo que reinó sobre Israel fue de cuarenta años; reinó en Hebrón siete años y en Jerusalén reinó treinta y tres.
1 de Crónicas 29:28 Y murió en buena vejez, lleno de días, riquezas y gloria; y su hijo Salomón reinó en su lugar.
1 de Crónicas 29:29 Los hechos del rey David, desde el primero hasta el último, están escritos en las crónicas del vidente Samuel, en las crónicas del profeta Natán y en las crónicas del vidente Gad,
Un vidente era alguien que recibía mensajes de Dios para la nación por medio de visiones o sueños.
1 de Crónicas 29:30 con todo su reinado, su poder y todos los acontecimientos que vinieron sobre él, sobre Israel y sobre todos los reinos de aquellas tierras.
Primera Crónicas termina con la nota optimista del ungimiento de Salomón como rey, y el honor y dignidad que precedieron la muerte de David.