1 de Crónicas 25:1 Además, David y los jefes del ejército separaron para el servicio a algunos de los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, que habían de profetizar con liras, arpas y címbalos; y el número de éstos, conforme a su servicio fue:
Los músicos desempeñaron un importante papel en el reino de David, debido a que el monarca le concedió alta prioridad a las actividades del culto, y él mismo era un avezado músico. Los que tocaban instrumentos y cantaban eran algo más que músicos; se trataba de líderes que profetizaban por medio de la música y los cánticos.
Profetizar es algo más que predecir el futuro. La profecía también incluye canciones de alabanzas y la predicación del mensaje de Dios. Los profetas podían ser músicos, granjeros, esposas o líderes, cualquiera que hablara con denuedo y exactitud de parte de Dios y que tratara de llevar a la gente de regreso a la adoración. De un gran grupo de músicos David eligió a aquellos que mostraban una habilidad poco común para hablar de Dios y para alentar a que los demás cantaran.
1 de Crónicas 25:2 de los hijos de Asaf: Zacur, José, Netanías y Asarela; los hijos de Asaf estaban bajo la dirección de Asaf, que profetizaba bajo la dirección del rey.
1 de Crónicas 25:3 De Jedutún, los hijos de Jedutún: Gedalías, Zeri, Jesaías, Simei, Hasabías y Matatías: seis, bajo la dirección de su padre Jedutún con la lira, que profetizaban dando gracias y alabando al SEÑOR.
1 de Crónicas 25:4 De Hemán, los hijos de Hemán: Buquías, Matanías, Uziel, Sebuel, Jeremot, Hananías, Hananí, Eliata, Gidalti, Romanti-ezer, Josbecasa, Maloti, Hotir y Mahaziot.
1 de Crónicas 25:5 Todos éstos fueron los hijos de Hemán, el vidente del rey, para ensalzarle conforme a las palabras de Dios, porque Dios dio a Hemán catorce hijos y tres hijas.
1 de Crónicas 25:6 Todos éstos estaban bajo la dirección de su padre para cantar en la casa del SEÑOR, con címbalos, arpas y liras, para el servicio de la casa de Dios. Asaf, Jedutún y Hemán estaban bajo la dirección del rey.
1 de Crónicas 25:7 El número de los que fueron instruidos en el canto al SEÑOR, con sus parientes, todos los que eran hábiles, fue de doscientos ochenta y ocho.
Se podía contribuir de muchas maneras a la adoración en el tabernáculo. Algunos profetizaban, algunos aclamaban y alababan y otros tocaban instrumentos. Dios quiere que todo su pueblo participe en la adoración. Quizá usted no sea un genio de la música, un profeta o un maestro, pero Dios puede utilizar cualquier cosa que usted tenga para ofrecer. Desarrolle sus dones especiales para ofrecerlos en el servicio a Dios.
1 de Crónicas 25:8 Y echaron suertes para designar sus cargos, todos por igual, tanto el pequeño como el grande, tanto el maestro como el discípulo.