1 de Crónicas 21:2 Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: –Id, haced censo de Israel desde Beerseba hasta Dan, e informadme sobre el número de ellos para que yo lo sepa.
1 de Crónicas 21:3 Respondió Joab: –¡Que Jehová añada a su pueblo cien veces más de lo que es, rey, señor mío!; ¿acaso no son todos ellos siervos de mi señor? ¿Para qué procura mi señor esto, que traerá pecado sobre Israel?
David cayó en la tentación de Satanás. Dios proporcionó una salida con el consejo de Joab, pero la curiosidad de David se vio estimulada por la arrogancia. Su fe estaba en su propia fortaleza y no en la de Dios. Si nos sentimos autosuficientes y depositamos nuestra confianza lejos de Dios, pronto caeremos en los esquemas de Satanás. En la autosuficiencia perdemos nuestra seguridad. Para escapar de la tentación, examine los deseos internos de su corazón para comprender por qué la tentación externa es tan atractiva.
1 de Crónicas 21:4 Pero la orden del rey pudo más que Joab. Salió, por tanto, Joab y recorrió todo Israel; entonces volvió a Jerusalén y dio cuenta a David de las cifras del pueblo:
1 de Crónicas 21:5 había en todo Israel un millón cien mil que sacaban espada, y en Judá cuatrocientos setenta mil hombres que sacaban espada.
1 de Crónicas 21:6 Entre estos no fueron contados los levitas, ni los hijos de Benjamín, porque la orden del rey era abominable a Joab.[b]
1 de Crónicas 21:7 Esto desagradó a Dios, el cual castigó a Israel.
1 de Crónicas 21:8 Entonces dijo David a Dios: –He pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la maldad de tu siervo, pues he actuado muy locamente.
Cuando David se dio cuenta de su pecado, tomó plena responsabilidad de ello, admitió que estaba mal, y pidió a Dios que lo perdonara. Muchas personas quieren contar con Dios y sus bendiciones en sus vidas sin reconocer sus pecados personales ni su culpabilidad. Pero la confesión y el arrepentimiento deben llegar antes de recibir el perdón. Al igual que David, debemos admitir la plena responsabilidad de nuestros actos y confesarlos a Dios antes que El nos perdone y continúe su obra en nuestras vidas.
1 de Crónicas 21:9 Y habló Jehová a Gad, vidente de David,[c] diciendo:
1 de Crónicas 21:10 «Ve, habla a David y dile: “Así ha dicho Jehová: Tres cosas te propongo; escoge de ellas una y así haré contigo”».
1 de Crónicas 21:11 Gad fue ante David y le dijo: –Así ha dicho Jehová:
1 de Crónicas 21:12 “Escoge para ti: tres años de hambre, o tres meses de derrotas ante tus enemigos, con la espada de tus adversarios, o bien tres días durante los cuales la espada de Jehová y la peste recorran la tierra, y el ángel de Jehová haga destrucción en todos los términos de Israel”. Mira, pues, qué responderé a quien me ha enviado.
1 de Crónicas 21:13 David respondió a Gad: –Estoy en grande angustia. Prefiero caer en la mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas en extremo, que caer en manos de los hombres.