1 de Crónicas 19: Israel derrota a sirios y amonitas

Derrota de la coalición siroamonita

Antes de ver directamente este pasaje, es preciso que se tome nota de la omisión de parte del Cronista de la historia de David y Betsabé. En realidad, la fuente del Cronista incluye esta historia en combinación con los relatos de las guerras aquí descritas. Se hace patente que el Cronista escoge cuidadosamente los materiales pertinentes a sus intereses, y deja fuera aquellos que no respalden su concepto. Claramente, el pecado de David con Betsabé demuestra el lado oscuro y pecaminoso del rey David. Es parte de su historia, y no puede negarse. El Cronista no la niega; sólo la pasa por alto. Algunos dirán que esto no es legítimo por lo que al Cronista concierne. Urge, no obstante, desde el punto de vista evangélico, afirmar en la forma más categórica que el Espíritu Santo estuvo presente en esta selección. Toda la reinterpretación del Cronista de la historia encontrada en sus fuentes obedece a necesidades religiosas y espirituales de su día. Estas mismas necesidades nos pueden servir también hoy.

Este relato de cómo las fuerzas militares de David vencen a la coalición siroamonita viene a complementar el cuadro de David como gran caudillo guerrero, pero también no deja de notarse que estas victorias siempre se lograban con la ayuda de Dios. El que David no participase directamente en estas guerras, sino sólo mediante sus oficiales y ejércitos, no resta importancia de su estrategia militar. Ciertamente, el Cronista no contempla que este relato reste importancia a David. Se incluye, porque precisamente recalca su importancia.

La narración del Cronista típicamente difiere de su fuente respecto a cifras. En esta ocasión puede que medie no tanto la tendencia del Cronista por exagerar como un error de un copista. Se trata del dato respecto a los 1.000 talentos de plata puestos por los hijos de Amón para alquilar 32.000 carros y jinetes. El hecho de que esta cifra represente más de 33 toneladas de plata hace que uno no pueda menos que asombrarse por tal cifra. Además, se lee en 2Ch_25:6 que sólo 100 talentos se usaron para emplear a 100.000 hombres. Las dos cosas combinadas sugieren que puede haberse registrado confusión en la transmisión de las cifras.

Otro caso, un tanto más típico del Cronista, tiene que ver con las cifras en el versículo 18. En 2 de Samuel 10:18 se lee que David dio muerte a 700 hombres de los carros. Nuestro texto en Crónicas multiplica esa cifra por diez. En lugar de 700 ya son 7.000. Pudiera ser, no obstante, que esta exageración se deba no tan sólo al mismo Cronista sino también a la misma tendencia en la versión comentada del libro de Samuel que empleaba, o sea una versión diferente al texto masorético.

Un ejemplo contradictorio a la tendencia normal de aumentar cifras se halla en una comparación de los mismos textos anteriores. En 2 de Samuel 10:18 el Deuteronomista alude a 40.000 jinetes, en cambio el Cronista alude a 40.000 hombres de infantería. En esta ocasión pareciera que las cifras del Cronista son las más conservadoras. Es mucho más fácil que hubiera un numero tal entre soldados a pie que a caballo. Ahora bien, esta inconsistencia en el manejo de cifras de parte del Cronista nos hace pensar que entrarían varios factores: sus propias tendencias ya aludidas más cuestiones de fuentes usadas por éste. Hay que recordar que las fuentes empleadas por el Cronista no eran exactamente las mismas que se tienen en el texto masorético. Un recordatorio más viene al caso; la tendencia del Cronista por exagerar no obedecía a un deseo de engañar o falsificar. Sus intenciones eran (dentro de prácticas aceptadas durante su día) las de engrandecer al héroe David.

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