1 de Crónicas 16:43 Después todo el pueblo se fue, cada cual a su casa; también David se volvió para bendecir su casa.[n]
Deuteronomio 15:25 a 16:3 se nos cuenta directamente cómo fue traída el arca a Jerusalén desde la casa de Obededom. Este pasaje tiene puntos de contacto también con 2 de Samuel 6:12-19. Tanto David como los levitas habían quedado muy impresionados y atemorizados por lo que le había pasado a Uza cuando tuvo lugar el primer intento. Ahora, se tomó mucho cuidado para no volver a ofender a Dios; tenían preparados animales para el sacrificio, no para aplacar la ira de Dios, sino para agradecer su ayuda el regreso del arca.
Entre la fuente del Cronista (libro de Samuel) y su relato respecto al problema con Mical hay diferencias. Los textos en Samuel visten a David de modo diferente que el Cronista. Para éste, David se vistió con vestimentas de realeza y también sacerdotales. Llevaba una túnica de lino fino que correspondía únicamente a reyes y sacerdotes. Además, llevaba un efod de lino. Esta era una prenda que los sacerdotes vestían sobre su túnica. En otras palabras, el Cronista describe a David vestido muy lucidamente. La fuente en Samuel, sin embargo, sólo lo tiene con un efod, una especie de falda. Además, para el Cronista, Mical se disgusta con David al verlo entrar a la ciudad bailando por su amor para con el arca; ese amor había faltado en su padre, Saúl. Samuel, en cambio, sugiere que Mical se enoja porque piensa que el baile de David es grosero.
Es significativo y característico del Cronista que 16:2 tenga a David como ofreciendo los holocaustos y pronunciando la bendición al pueblo. Estas acciones correspondían más directamente a los sacerdotes, pero para el Cronista, David es el gran auspiciador y promotor del culto aceptable. David no usurpa el lugar del sacerdote, sino es el rey quien ejemplifica y aboga por el culto divino.
Salmo de acción de gracias
Lo primero que se nota es que este salmo, junto con los versículos 4-7, no tienen base alguna en las fuentes bíblicas ya acostumbradas del Cronista. Pareciera, pues, que estas secciones representan un aporte del escritor postexílico; desde luego, no carecía de otras fuentes. Se aprecia que este salmo está fundado, con algunos cambios, en tres de nuestros salmos canónicos. Las secciones correspondientes son las siguientes: versículos 8-22; versículos 23-33; versículo 34; versículos 35-36. Todo esto viene a confirmar que los salmos canónicos (estas partes, por lo menos) se remontan a un período más antiguo que el del Cronista. Es más, se sabe que los salmos provienen de todas las épocas de la historia de Israel. Los salmos llegan a su uso más sublime, no obstante, en el culto del templo postexílico. No es nada raro que el Cronista haya incluido un gran himno para caracterizar el culto. Más que simplemente otro culto entre muchos, este salmo refleja los sentimientos del pueblo postexílico que necesitaba recordar:
(1) lo que Dios había hecho por ellos
(2) la perpetuidad del pacto y por ende su fidelidad con ellos
(3) su protección en la tierra de promisión
(4) la grandeza y superioridad del Dios de Israel
(5) que Dios es digno y merecedor de toda alabanza de parte del pueblo y de la tierra.
Respecto a este orden de culto establecido por David, el comentarista Barnes opina de que no hay duda respecto a su origen. El segundo rey de Israel instituyó este culto; el hecho de que refleje también elementos del culto cuando el tiempo del Cronista no impide que los elementos básicos se remonten al tiempo de David.