1 de Crónicas 13:1 David propone trasladar el Arca a Jerusalén: Entonces David consultó con los capitanes de millares y de centenas, y con todos los jefes.
De acuerdo con su propósito de escribir una historia religiosa de la nación, el cronista altera a veces el orden cronológico de los acontecimientos. El primer intento de traer de regreso el arca a Jerusalén ocurrió en realidad más tarde, pero 1 de Crónicas lo ubica durante el reinado de David. Ello sirve para destacar el deseo de David de restaurar el culto a Jehová.
David tomó el tiempo necesario para consultar a sus oficiales. Como rey, tenía la autoridad final y podría haber dado las órdenes por sí mismo, pero decidió involucrar a otros en el liderazgo. Quizá esta sea la razón por la cual hubo un apoyo unánime en sus decisiones. Cuando estamos a cargo, nos vemos tentados a tomar decisiones unilaterales, haciendo presión por medio de nuestras propias opiniones. No obstante, los líderes importantes escuchan cuidadosamente las opiniones de los demás y alientan a otros a participar en la toma de decisiones. Por supuesto, debemos siempre consultar a Dios primero. Podemos meternos en grandes problemas si no lo hacemos
El relato paralelo del traslado del arca muestra que los proyectos de construcción de David se terminaron antes de que trajera el arca a Jerusalén. El escritor de Crónicas coloca primero el traslado del arca porque quería subrayar los alcances espirituales de David y su relación con Dios.
1 de Crónicas 13:2 Y dijo David a toda la asamblea de Israel: «Si os parece bien y si es la voluntad de Jehová, nuestro Dios, enviaremos a todas partes por nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y por los sacerdotes y levitas que están con ellos en sus ciudades y ejidos, para que se reúnan con nosotros;[a]
1 de Crónicas 13:3 y traigamos el Arca de nuestro Dios junto a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella».
Al arca de Dios también se la llama arca del pacto. El objeto más sagrado de la fe hebrea era una gran caja que contenía las tablas de piedra en las cuales Dios había escrito los Diez Mandamientos. David ya había hecho de Jerusalén su capital política. Ahora él traía el arca a Jerusalén con la esperanza de hacerla el centro de adoración de la nación.
El arca de Dios había estado en Quiriat-jearim por muchos años. La manera en que Israel descuidó el arca mostraba el desinterés que tenía por Dios. El traer de regreso el arca al centro de la vida de Israel reflejaba el deseo de David de recordar a la nación su verdadero cimiento: Dios. Descuidar aquellas cosas que nos recuerdan a Dios -la Biblia, la iglesia, la relación con cristianos- nos hará también desatender a Dios. Debemos mantener a Dios en el centro de nuestras vidas.
1 de Crónicas 13:4 Y dijo toda la asamblea que se hiciera así, porque el asunto parecía bien a todo el pueblo.
1 de Crónicas 13:5 David intenta trasladar el Arca (2 S 6.1-11) Entonces David reunió a todo Israel, desde Sihor[b] de Egipto hasta la entrada de Hamat,[c] para que trajeran el Arca de Dios[d] desde Quiriat-jearim.
1 de Crónicas 13:6 Y subió David con todo Israel a Baala de Quiriat-jearim, que está en Judá, para trasladar de allí el Arca de Jehová Dios, que habita entre los querubines,[e] sobre la cual su nombre es invocado.
Los querubines son ángeles poderosos.